Contener más “gasolinazos” hasta revocación
Por Mónica Camarena Crespo
De no ser por el alto subsidio a la gasolina que asumió el gobierno federal, se logró que la población no pagué 30 pesos o más, por cada litro de gasolina regular, como para no acarrear el inminente rechazo popular.
Y es que al no cobrar el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), no se está cobrando a los automovilistas 8 mil 765 millones de pesos, 45 por ciento menos que lo estimado en la ley de ingresos.
Al gobierno de AMLO, le “cayeron como anillo al dedo” los dólares extras que recibe Pemex por la exportación de petróleo y que en estos últimos días se han incrementado producto de la guerra en Ucrania, utilizados en el subsidio para la gasolina y el diésel.
Lo cierto, es que en lo que va de año, los precios internacionales para la gasolina regular y la Premium mexicanas han subido un 40 por ciento y para el diésel, un 56 por ciento. Este repunte es el mayor en los últimos tres años, dio a conocer la propia Secretaría de Hacienda.
Pero la triste realidad es que todos los días los mexicanos se topan con un precio de gasolina cada vez más alto y que “asfixia” aún más los bolsillos sobre todo de aquellos que dependen del desplazamiento de unidades para trabajar.
Pero el objetivo inmediato del gobierno federal es seguir con
subsidios para evitar un “gasolinazo” en plena crisis energética y a pocos días del ejercicio de revocación de mandato, al cual no quieren que los mexicanos lleguen aún más molestos e inconformes con las políticas públicas de la 4T.
En varias zonas del país, el combustible Premium se vende entre 23.18 y 25.69 pesos, por lo que llenar el mismo tanque implicaría un desembolso de entre 1,159 y 1,284.5 pesos, que implica una diferencia de 125.5 pesos.
La gasolina Magna alcanza precios de entre 20.88 y 24.79 pesos, que obligan a los conductores a desembolsar de 1,044 a 1,239.5 pesos por llenar el tanque de 50 litros de su vehículo.
Este silencioso “gasolinazo” a cuenta de la 4T ha borrado de golpe que se pueda llenar un tanque, seguramente habrá familias que prefieran no sacar el automóvil por la falta de dinero para cargar gasolina.
Veremos que pasa después del 10 de abril y mucho dependerá del ánimo cada vez más cambiante de AMLO y sí no amanece de buenas el 11 de abril, tal vez decida no seguir con el subsidio, pues ya no le hará falta quedar medio bien con su “pueblo”, la inflación que vendría “aparejada” ya ni le importa, lo de él es seguir en campaña.
Ágora
Bastante lejana y como muchas sin cumplir, la promesa que hizo durante su campaña Andrés Manuel López Obrador, cuando prometió que de llegar a la presidencia bajaría el precio de gasolina a 10 pesos el litro. Lo peor es que fueron muchos, pero muchos, que le creyeron y que le dieron su voto.
@monicamarena