El Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó que como parte del Consejo Directivo del CIDE votó contra la designación de José Antonio Romero Tellaeche como director general de la institución.
En una carta que pidió incorporar al acta de la sesión de ayer, en la cual fue designado el economista, el INE denunció que a los integrantes de ese órgano de gobierno no se les permitió posicionarse sobre las irregularidades en el proceso de designación.
En la misiva, suscrita por Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del INE, advirtió que también se les impidió la posibilidad de expresarse respecto a la idoneidad de Romero Tellaeche para asumir el cargo.
Ello, agregó, pese a las inquietudes de varios integrantes del Consejo ante ambos temas.
«Pese a las inquietudes expresadas por varios de los integrantes del Consejo Directivo, al amparo de una interpretación errónea de las disposiciones atinentes, evidentemente alejada de la finalidad pretendida con el procedimiento -en los términos de las cuales se encuentra articulado-, se impidió siquiera la posibilidad de expresar distintos puntos de vista en relación con las temáticas indicadas, para que el Consejo Directivo estuviera en aptitud de tomar una posición sobre la formalización de la designación y nombramiento».
El INE informó que su voto en contra del nombramiento se debió a que la auscultación interna y externa no fueron desahogadas en los términos requeridos por el Estatuto General del CIDE.
Otro motivo, expuso, es que ante el contexto de confrontación que existente en el seno de la comunidad del centro de investigación, no se ha propiciado el diálogo entre sus integrantes.
«Debido a que, durante la primera sesión extraordinaria del 2021 del Consejo Directivo del CIDE no se nos permitió hacerlo, con el único ánimo de cumplir con la función que tiene a su cargo como integrante de dicho consejo, el Instituto Nacional Electoral expresa que su voto sería en contra de la designación y nombramiento efectuado por la Dirección General del Conacyt».
El Instituto expresó su preocupación por la situación por la que actualmente atraviesa el CIDE ante la evidente falta de oportunidades de diálogo con las instancias involucradas.
«Las sensaciones de inconformidad, frustración y desasosiego características del momento que sufre la institución son contrarias a las condiciones propicias para la realización de actividades académicas y, por lo mismo, incompatibles con la razón de ser del CIDE», insistió.
México, alertó el Instituto, no puede darse el lujo de prescindir de la producción científica de calidad y de la formación de profesionales comprometidos con los problemas nacionales que genera el CIDE.