Los viajes no solo ilustran
Por Javier Solórzano Zinser
El balance de los viajes del Presidente a NY y Washington tuvo resultados en lo general positivos.
En la ONU se pasaron apuros porque se utilizó un escenario para hablar de temas que no están en la agenda del Consejo de Seguridad. No sólo enfrentó la crítica de las delegaciones de Rusia y China, sino que también muchos de sus planteamientos en que ponderó lo que se está haciendo en el país para extenderlo a otras naciones están lejos de poderse apreciar resultados internamente.
El voluntarismo entra en terrenos de enorme subjetividad. Las cosas terminan en la voluntad de aquellos a los que se les convoca; en un mundo tan dividido y cargado de intereses es difícil, nadie cede.
La necesaria redistribución de la riqueza no necesariamente es tema entre los más ricos del mundo y las empresas trasnacionales, en la mayoría de los casos les importa poco o nada. Lo importante del discurso presidencial fue que destacó temas fundamentales en la búsqueda de nuevas convivencias, al tiempo que al plantearlos eventualmente provoque sacudidas de conciencias.
Sin embargo, en la forma en que el Presidente propuso las cosas todo quedó en terrenos del voluntarismo. Se podrá hacer mucha alharaca al interior del país de la participación y propuesta del Presidente, pero objetivamente las cosas van a trascender poco.
Lo de Washington es importante porque el tabasqueño asumió un rol diferente del que cotidianamente tiene en el país. Su discurso fue profundo e interesante. Se plantearon problemas que tienen que ver con la región y que la única manera de poder resolverlos es con base en consensos, en medio de la profunda interdependencia entre las tres naciones.
En este tipo de encuentros muchos asuntos se discuten en privado. Cuando no hay acuerdos las comitivas se encargan de discutirlo y por obvias razones se evitan en los encuentros directos entre los mandatarios.
Esto quedó de manifiesto con tres asuntos que en este momento son medulares en la relación trilateral. Con Canadá no quedó del todo claro en qué términos vamos a quedar con la Reforma Eléctrica. Cuando el Presidente le planteó a Justin Trudeau que muchas empresas se dedicaban a robar le faltó poner en la mesa la parte legal del tema, roban y no se aplica la ley.
Similar situación se presentó con el artículo del domingo del Financial Times en que se apunta que López Obrador no tiene mucho que presumir en materia de lucha contra la corrupción.
La Reforma Eléctrica también es tema con EU. A las protestas y exigencias de legisladores cuestionando la reforma, se suman los planteamientos de empresarios y gobernadores de la Unión Americana.
El otro tema que no fue tratado abiertamente, pero que es una constante es la migración. Biden trae muchos asuntos pendientes y sabe que plantear una reforma en la materia puede llevarlo a una derrota escandalosa en las elecciones del año que viene; el fantasma de Trump no deja de rondar, abrumar y preocupar la vida de EU.
Va a ser difícil resolver este entuerto. Vamos preparándonos para más caravanas a las que el gobierno va a tratar a toda costa de frenar para que sigamos siendo el muro de EU en el sur de nuestro país.
Finalmente donde se está hilando de manera interesante es con el tema de las armas. Es muy difícil que México pueda cambiar la dinámica interna de EU, pero a través de la demanda se dio un paso estratégico que habrá que visualizarlo para el mediano y largo plazo; en el camino tenemos que atender nuestros pendientes en la materia que son muchos.
Ojalá el Presidente vea que los viajes no sólo ilustran.
RESQUICIOS
El 9 de noviembre de 2020 policías dispararon armas de fuego contra mujeres manifestantes hiriendo a varias de ellas. La periodista Reyna Cecilia Solís Martín fue una de las mujeres heridas. No se ha hecho un seguimiento del caso, a pesar de las instrucciones que dio el Presidente. Amnistía Internacional promueve una reunión con el gobierno para atender éste y otros casos.