Quebradero

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2026

Por: Javier Solórzano Zinser

Buena parte de lo que pueda suceder en nuestro país el año que entra va a pasar por los designios de Donald Trump.

No todo comienza y termina con él, pero, a pesar de que al interior tenemos muchos asuntos de primera importancia que tienen que ver estrictamente con la gobernabilidad del país y con la sociedad, la relación con EU nos está marcando como hace mucho tiempo no sucedía.

Trump, como se ha visto, tiende a sobar y después golpear. Nos la hemos pasado a lo largo de este año con declaraciones que por momentos resultan positivas y propositivas, para que a los tres o cuatro días después contraataca con aranceles o con rudas declaraciones.

No deja de ser una paradoja lo que hubiera pasado en México si no hubiera metido el acelerador Donald Trump señalando con severidad las políticas de nuestro país. Hasta ahora la Presidenta ha sabido sobrellevar la relación, pero es evidente que en muchos casos para hacerlo ha tenido que ceder, sin soslayar la firmeza de su discurso.

Claudia Sheinbaum tiene un reconocimiento internacional precisamente por su actitud ante Donald Trump. Como fuere, ha logrado mantener bajo cierta estabilidad la relación bilateral, aunque a menudo el republicano lance pullas y agresiones que van dejando secuelas.

No van a cambiar mucho las cosas el año que entra. Más bien es probable que muchos problemas se agudicen. No perdamos de vista que de por medio va a estar el debate sobre el T-MEC. Éste va a ser el gran tema para 2026. Estamos bajo un terreno de incertidumbre, porque la revisión del tratado puede alargarse para tratar de que en el 2027 se busque una salida que pudiera, eventualmente, terminar en tratados bilaterales y ya no trilaterales. Trump se ha encargado de sugerir a la menor provocación esta posibilidad.

EU tendrá el año que entra un importante proceso electoral. Los ciudadanos le dirán sí o no a Donald Trump. Por ahora el presidente tiene una marcada merma en cuanto a popularidad, anda por abajo del 40%, lo cual es muy bajo si nos atenemos a que es su primer año de Gobierno. Trump está pidiéndole tiempo a los estadounidenses, con la gran ventaja que los demócratas siguen divididos como congelados.

México tendrá su proceso electoral intermedio en el 2027. Habrá muchos conflictos internos, porque están en juego 17 gubernaturas. La oposición se podrá llevar algunas, pero la bronca va a estar en las decisiones que tome Morena para ver quiénes serán sus suspirantes.

La forma en que salga el partido en el poder del lance va a terminar por definir los tres años finales de la Presidenta. La elección es el momento para que Claudia Sheinbaum pueda gobernar a plenitud, porque podrá meter mano en las listas de candidatas y candidatos

La gran pelea por el 2027 está al interior del oficialismo. El desgaste en el ejercicio del poder en algunos estados no pareciera estar cobrándoles a muchos gobernadores el deterioro de su gobernabilidad.

La marca sigue dándoles una capacidad de maniobra importante, a pesar de los muchos problemas que se viven en algunos estados. Es cuestión de seguir a detalle lo que sucede en Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Colima, BC, Tabasco, Tamaulipas, entre otros, para confirmar que Morena sigue siendo la opción para millones de ciudadanos a pesar de los pesares.

El 2026 puede ser un año de destino. EU tendrá que definir su Congreso que ha sido hasta ahora el punto de partida para Donald Trump. En México tendremos la selección de candidatos y la puesta en marcha de una reforma electoral que quiere concentrar de nuevo el poder, todo apunta a que difícilmente será rechazada.

Lo que se viene será más de lo mismo, pero ahora corregido y aumentado por lo que está en juego.

RESQUICIOS.

QUEBRADERO se toma unos días. Le agradecemos que nos ande acompañando y deseamos que tenga buenas fiestas, y que tenga tiempo para lo que regularmente no puede hacer. Un abrazo agradecido a todo el equipo divertido y profesional de LA RAZÓN; nos vemos al rato. Felices fiestas.