Verónica Hernández Giadáns presentó su renuncia como Fiscal General del Estado de Veracruz, tras la jugarreta legal que otorga a la gobernadora Rocío Nahle la facultad plena de designar y remover al titular de la institución.
Por la mañana de este lunes 8 de diciembre, ya estaba listada en la correspondencia de asuntos a tratar en la sesión de la LXVII Legislatura del Estado de Veracruz la “renuncia” de Hernández Giadáns, junto con la solicitud de licencia de Lisbeth Aurelia Jiménez como magistrada del Tribunal Superior de Justicia y quien más tarde fue “propuesta” por la gobernadora Nahle para ocupar la Fiscalía por su “experiencia jurídica”.
A la par, Hernández Giadáns se reunió con un grupo de sus colaboradores para “despedirse”. En su mensaje, les agradeció y manifestó que “debe uno exigirse siempre el máximo. Me voy contenta, me voy satisfecha, me voy muy orgullosa de haber representado a las mujeres en esta responsabilidad. De haber tenido esta gran oportunidad de servirle a mi estado y a mi país desde la procuración de justicia y de dejar resultados positivos”.
Hernández Giadáns ocupó la Fiscalía desde septiembre de 2019, tras el asalto al organismo y la destitución de Jorge Winckler. Permaneció seis años en funciones. Fue la fiscal que más duró, aunque como sus antecesores, tampoco completó el periodo de nueve años para el que fue designada.
El Congreso de Veracruz aprobó en noviembre una reforma que redujo de nueve a cuatro años el periodo de gestión del Fiscal General y otorgó a la gobernadora la facultad de nombrar y remover al titular.