Quebradero

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La 4T ya tiene fiscal

 

Por Javier Solórzano Zinser

El Plan C no deja de avanzar. Era evidente que Alejandro Gertz no era exactamente el fiscal de la Presidenta.

El propio exfiscal se había encargado de que Claudia Sheinbaum tomara distancia. No es casual que lo primero que planteó a la salida de Gertz haya sido manifestar su deseo de que haya una buena comunicación entre la Fiscalía y el Ejecutivo.

Es probable que Alejandro Gertz se haya sobrevalorado. En lo general, sus reacciones ante los cuestionamientos que se le hacían, tanto en este sexenio como en el pasado, por lo general expresaban aires de autosuficiencia. Cuando se le hacían preguntas rudas contestaba en términos de contraofensiva, en donde muchas ocasiones quien preguntaba acababa siendo algo así como el problema y no el tema que se ponía en la mesa.

Gertz, a querer o no, se encargó de abrirle la puerta a la Presidenta para que pudiera colocar en la Fiscalía a quien quería. El resto fue organizar un proceso, hasta cierto punto amañado, en donde todas y todos sabíamos lo que iba a pasar. Aparecieron 43 aspirantes quienes también sabían lo que iba a pasar, luego la lista se redujo a 10 para terminar con una terna. No hubo sorpresa alguna, la Presidenta colocó a quien quería donde quería haciendo a un lado a quien quería mover.

Más allá de los abrazos y de las fotos de ayer, la nueva fiscal debe saber que tiene ante sí una gran cantidad de asuntos, los cuales en muchos casos tienen que ver con responsabilidades directas del Gobierno que le impulsó.

No va a pasar mucho tiempo para que sepamos qué tan autónoma será la Fiscalía en tiempos de Ernestina Godoy. Muy pronto va a estar en medio de escenarios en donde tendrá que hacer valer su cargo, en términos de autonomía y libertad, ante asuntos que no puede soslayar y que tienen que ver directamente con la gestión de López Obrador y de la propia Claudia Sheinbaum.

El Plan C para la Presidenta casi termina por cerrarse. Ya tiene a la fiscal que quería, y además el costo fue realmente bajo. Las cosas se le dieron y el resto fue actuar ante el Congreso utilizando a quien la justicia, se dice, tiene en la mira. Si Gertz abrió la puerta al tema del huichol fiscal, la nueva titular de la FGR está obligada a seguirlo a detalle.

Sin embargo, va quedando la impresión de que el tema lo van cerrando. Hace tiempo que no sabemos algo en concreto, lo cual puede deberse a que, por un lado, la investigación requiere de tiempo y por otro, que podrían estar buscando, de alguna manera, meterlo en la nave del olvido; al final no se puede perder de vista que es un asunto que evidencia la corrupción en tiempos de la 4T.

Una de las palabras más repetidas estos días respecto a lo que significa Ernestina Godoy para la Presidenta es “lealtad”. Sin dudar de las capacidades de la nueva fiscal, su nombramiento tiene que ver con la cercanía y, ciertamente, lealtad probada de muchos años de Ernestina con la mandataria.

Como un poder autónomo veremos qué es más importante, la lealtad o la autonomía de un poder que es fundamental para la instrumentación de la justicia y el Estado de derecho y que es uno de los tres pilares del Estado, junto el Legislativo y el Ejecutivo, los cuales ya están en manos de la 4T.

Lo que ahora les falta es la reforma electoral, la cual es virtualmente un hecho como se verá en el primer trimestre del año que entra. Con esto van a lograr cerrar el proyecto. La cuestión ahora será qué hacer con las confrontaciones, falta de capacidad, y una abierta concentración del poder entre las intensas tribus.

Ernestina Godoy es ya la fiscal de la 4T.

RESQUICIOS.

Parece que siempre sí la Presidenta irá al sorteo del Mundial en Washington. No tiene sentido no ir. Estamos ante el inédito de que tres países organicen el Mundial y Trump quiere tomar a como dé lugar el papel casi que de organizador. Desde hace tiempo se sabía de esta fecha y no pareciera que hicieran algo de conveniencia para la Presidenta ante quien va a tener cara a cara.