Por Ruby Soriano
Los recientes hechos de violencia acontecidos en México sólo precipitaron el hartazgo social de una ciudadanía que ya no puede darse el lujo de seguir en silencio.
La bandera negra con la calavera y un sombrero de paja recorre las redes sociales como pólvora para anunciar que la generación Z tomará las calles del país el próximo 15 de noviembre.
Tras esta convocatoria no han faltado los oportunistas, quienes han intentado colgarse de la misma, para erigirse como convocantes.
Sin embargo, aún no se puede tener en claro si los jóvenes mexicanos se dejarán sentir como un acto de resistencia y valentía frente a lo que en México se percibe como actos insostenibles: Ejecuciones, desapariciones, violencia, extorsiones y el avance contundente de las organizaciones delictivas en contubernios con gobernantes.
Esta convocatoria tiene tintes peculiares por el momento que enfrenta el ánimo social.
Los jóvenes en México han sido el blanco de muchas desapariciones, pero también del reclutamiento que ejercen las células criminales sobre todo, teniendo en la mira a menores de edad.
La generación Z en México ha lanzado una convocatoria que es desafiante por el impacto generado en las redes sociales, lo que únicamente se podrá palpar el día que han fijado para tomar las calles en diferentes puntos del país.
El gobierno mexicano está rebasado frente al avance de las organizaciones delictivas y la impunidad que les sigue otorgando a la par que a sus gobiernos morenistas, donde hay una clara presunción de contubernio con los delincuentes.
El tigre ya anda suelto y es muy riesgoso todo lo que se puede generar a partir de ahora.
La generación Z tiene el ímpetu, pero ojalá también tenga la madurez para esquivar cualquier provocación que podría presentarse el próximo 15 de noviembre.
Nada está escrito y, sin embargo, «el pueblo bueno» yace enfurecido.
@rubysoriano @alquimiapoder