La exdirectora de Administración del Poder Judicial de Veracruz, Joana Marlen Bautista, emitió un posicionamiento público en el que rechazó estar inhabilitada para ejercer en el servicio público.
Para ello mostró, además de las constancias expedidas por los gobiernos federal y de la Ciudad de México que ya había exhibido el Metro CDMX –donde actualmente funge como coordinadora de Compras en el Extranjero-, una de la Contraloría General del Estado de Veracruz, expedida este mismo miércoles 5 de noviembre de 2025.
“Aquí estoy de frente, presentando un documento oficial de la Contraloría General del Estado, con fecha de hoy 5 de noviembre del 2025, en el que se hace constar que no me encuentro inhabilitada, como se ha pretendido difundir dolosamente”.
Sin embargo, sí existe una sentencia del Pleno del hoy extinto Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Veracruz, con fecha del 10 de septiembre de 2024, en la que se le inhabilitaba por diez años del servicio público por ocasionar daño patrimonial al erario por contratación irregular de bienes y servicios.
En sus redes, informó que este mismo miércoles solicitó que “bajen de la plataforma nacional mi nombre”, lo cual quiero creer que fue un error y los servidores públicos no se prestaron a un acto de corrupción tan grande para ensuciar mi nombre. Que quede asentado toda la persecución que han hecho en mi contra estoy ultimos 3 años. Estoy segura que hay un karma. Ojalá ya dejen de molestarme. Dejenme trabajar!! Increíble que mi vida sea tan importante para ustedes!! Y que con esto finalice su historia” (sic).
Señaló que “sé perfectamente quiénes están detrás de esa violencia en mi contra, y también sé quiénes se han prestado a ello, los he señalado en su momento”, y aseguró ser “víctima de violencia política”, por lo que “resguardo mi derecho de proceder en consecuencia”.
En junio pasado, Joana Marlen Bautista aseguró que la anterior presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez, es “una corrupta ella y sus secuaces (sic)”.
Sostuvo que cuando fungía como directora general de Administración del TSJEV “a mi (sic) me pedían 150 mil para viáticos y facturaban otras cosas, se lo gastaban en antros, borracheras y arreglo personal, siempre decía que diario necesitaba outfits nuevos”, y sostuvo que “como no acepte (sic) más me hizo la vida imposible. Las cosas caen por su propio peso y la verdad siempre sale a la luz”.
