El gobierno de Perú anunció este lunes 3 de noviembre la ruptura de relaciones diplomáticas con México, luego de que se confirmara que la ex primera ministra peruana, Betssy Chávez, recibió asilo político en la residencia de la embajada mexicana en Lima.
Chávez, quien fue jefa de gabinete, enfrenta un proceso judicial como presunta coautora del intento de golpe de Estado encabezado por el expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022, al intentar disolver el Congreso y provocar un quiebre del orden constitucional en Perú.
El gobierno mexicano, encabezado por Claudia Sheinbaum, otorgó asilo político a Chávez, lo que fue calificado por Perú como un “acto inamistoso” y una intervención en sus asuntos internos. El canciller peruano Hugo de Zela declaró en conferencia de prensa que esta decisión responde a “las reiteradas acciones en que el actual y el anterior presidente de México han intervenido en los asuntos internos del Perú”.
En respuesta, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana emitió un comunicado en el que señala que «México lamenta y rechaza la decisión unilateral del Perú de romper relaciones diplomáticas como respuesta a un acto legítimo y apegado a derecho internacional de nuestro país».
Aunque se rompe el vínculo diplomático, las relaciones consulares se mantienen, lo que permite continuar con trámites migratorios y atención a ciudadanos en ambos países.
Esta es la segunda crisis diplomática entre ambos países en menos de tres años, tras tensiones previas por declaraciones del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sobre la destitución de Pedro Castillo. Analistas internacionales advierten que este rompimiento podría afectar la cooperación bilateral en temas migratorios, comerciales y de integración regional.
