Empleados del gobierno de Veracruz de prácticamente todas las dependencias son sometidos a maltratos y obligados a realizar tareas que no les corresponden durante jornadas como de esclavos en las zonas afectadas por las inundaciones de principios de octubre pasado.

Sin importar si se trata de empleados administrativos e incluso en algún puesto de mando, por instrucciones de la gobernadora Rocío Nahle los burócratas son puestos a palear lodo y a descargar tráileres con la ayuda que envía mayormente la ciudadanía, para así no contratar cargadores.
Estas tareas comienzan a las 8 de la mañana y terminan en promedio hacia las 2 de la mañana del día siguiente, sin concesiones ni turnos para descansar.

Además, las áreas administrativas de dependencias como las secretarías de Salud y de Protección Civil determinaron que todos los empleados enviados a la zona norte de Veracruz están obligados a comprobar viáticos y cualquier recurso económico que empleen durante su estancia en la región, a pesar de que en varios de los poblados devastados no hay posibilidad de emitir ni notas de consumo, mucho menos facturas fiscales.