Quebradero

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  1. cerca, lejoooos

Por Javier Solórzano Zinser

Bajo las condiciones en las que estamos, se ve muy difícil que la oposición revierta la tendencia positiva morenista.

Estos días, la Presidenta ha lanzado la idea de que habría una alianza entre MC y el PAN. Un poco lo hace para denunciarla y otro tanto, para poner en guardia a los suyos.

En conversación con integrantes de estos partidos obviamente negaron la especie; sin embargo, no se puede soslayar que estas alianzas son posibles por las enormes dificultades que tiene la oposición para competir.

Habrá algunos estados, los menos, en que la oposición pueda mantener una presencia competitiva. Pero en la mayoría de ellos no se ve cómo puedan cambiar de bando con todo y que se establezcan alianzas de cualquier índole.

Morena no ha dejado de tener desde hace algunos años el control y el apoyo de la mayoría. Se puede cuestionar con razón por qué en medio de los muchos problemas que existen, algunos heredados y muchos otros propios de la gobernabilidad actual, no hacen mella entre los ciudadanos.

Lo cierto es que, si el país se mira desde el centro, se pierde de vista la importancia que ha adquirido la mayoría morenista y la Presidenta en buena parte del país.

No hay duda de que muchos asuntos son cuestionables y van cargados de problemas, errores y horrores.

Pero las cosas son vistas de otra manera por diferentes motivos. El más importante está en los programas sociales, la oposición ha sido incapaz de presentarse como una alternativa.

Hemos hecho referencia en diferentes momentos sobre la relevancia que tiene que Morena haya llevado a cabo un trabajo en territorio. Recordemos cómo después de la elección del año pasado la narrativa morenista era la de celebrar, pero sobre todo, pasar a territorio para agradecer el voto y en particular seguir trabajando, asegurando que se iban a mantener los programas sociales.

Mientras esto sucedía, la oposición trataba de recuperarse de la misma manera en que lo hizo en 2018. Se quedó tratando de leer la derrota, en lugar de que la derrota fuera el incentivo que les permitiera echarse para adelante y trabajar para recuperar territorio.

A pesar de ello se están presentando situaciones que van a ser muy difícil seguir evadiendo, con todo y el control de la narrativa. La economía se ha convertido en un elemento de atención. El presupuesto 2026 muestra más que una mirada de prospectiva de México, evidencia tratar de mantener al menos las cosas como están, porque se ve que en esta materia, los caminos están cerrados.

No hay indicadores de crecimiento, lo que en algún sentido va a dejar estancada la economía. Para algunos morenistas el PIB es una variable secundaria, quizá un poco porque no es favorable y porque se parte de que existen otras variables que acaban por presentar una cara distinta del crecimiento, lo cual es una visión limitada del desarrollo del país.

El FMI planteó un crecimiento de México para este año de 1.0%, lo cual, si bien es “algo”, es un magro crecimiento.

El Grupo Base mantiene la tasa de crecimiento con tendencia baja, ayer nos dijeron que sería 0.4%.

Muchas cosas han cambiado, pero muchos problemas del presente nos rodean y no pueden enfrentarse con la narrativa crítica del pasado. No se puede argumentar que “apenas llevamos siete años”.

Una de las preguntas importantes es qué está viendo la ciudadanía al respecto. Se escuchan muchas críticas, pero hay un grueso de la población que está muy clara en su discurso y en su mirada de las cosas.

Ven a la Presidenta y a Morena con simpatía, con dosis de actitud acrítica, es lo que ven. Podrán aparecer voces contra el Gobierno y lo que lo rodea, pero hoy existe una mayoría contundente, en tanto que del otro lado no se ve un frente significativo ante el 2027, el cual ya está en el cerca, lejoooos.

RESQUICIOS.

Se calcula que se omitieron por el huachicol fiscal cerca de 550 mil mdp. Una de las preguntas en todo este lío es dónde quedó la lana, y cuál fue el registro de entrada y de salida.