Dos Bocas se construyó sin planeación y aún no refina crudo de manera continua ni comercial, señala Fluvio Ruiz, experto en industria energética

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A pesar de los anuncios oficiales que celebran su operación, el experto en energía Fluvio Ruiz Alarcón advirtió que la planta aún no refina crudo de manera continua ni comercial, y que su funcionamiento ha sido sobredimensionado en el discurso gubernamental.

En el episodio “Los caminos del huachicol” del programa La Clave, conducido por Mónica Camarena y Aurelio Contreras, Ruiz Alarcón ofreció una radiografía crítica sobre el estado actual de la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, la cual, sostuvo, se construyó sin una debida planeación. A pesar de los anuncios oficiales que afirman que la planta ya produce gasolina, Ruiz desmonta esa narrativa con argumentos técnicos y operativos.

Ruiz fue categórico en afirmar que lo que ha ocurrido en la refinería son pruebas de arranque en algunas unidades, pero no existe evidencia de que el complejo esté procesando petróleo crudo de forma sostenida ni que esté produciendo gasolina u otros derivados en volúmenes comerciales.

Subrayó que el proceso de refinación implica una cadena compleja de unidades interconectadas, y que no basta con poner en marcha una sola para declarar que la refinería está funcionando.

“Una cosa es encender una planta, otra muy distinta es que esté refinando crudo de manera continua y eficiente”, expuso.

El especialista también abordó el tema presupuestal. Recordó que el proyecto fue anunciado originalmente con un costo de ocho mil millones de dólares, pero que ha superado los 20 mil millones sin que se haya transparentado el desglose de gastos ni los contratos involucrados.

Ruiz destacó que la soberanía energética no se decreta, sino que se construye con planeación, eficiencia y rendición de cuentas, y que la refinería se ha convertido en un símbolo político más que en una solución energética tangible.

“La refinería Olmeca es un proyecto que aún no entrega lo que prometió. Y mientras tanto, se usa para justificar decisiones políticas y presupuestales que no están sustentadas en resultados reales”, abundó.