Con el objetivo de abrir espacios para la reflexión crítica y para la resistencia universitaria frente a la más grave crisis de gobernanza que enfrenta la Universidad Veracruzana en sus 30 años de autonomía, estudiantes, académicos e investigadores de la casa de estudios iniciaron un ciclo de foros itinerantes, para analizar las implicaciones éticas, legales y políticas de la prórroga otorgada a Martín Aguilar.
El primer Foro universitario: por la ética, la transparencia y la legalidad en la UV, que organizó el grupo Académicos por la UV en el auditorio de la Facultad de Psicología-Xalapa, logró conjuntar a destacadas personalidades de la academia universitaria, como Claudia Gidi, del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias; José Luis Cuevas Gayosso, de la Facultad de Derecho; Alejandro León Maldonado, del Centro de Investigaciones Biomédicas; y Ricardo García Valdés, del Instituto de Investigaciones Psicológicas.
Durante esta primera mesa de reflexión, los universitarios expusieron cómo, desde distintos ángulos y disciplinas las aristas que la prórroga ilegal otorgada al ciudadano Martín Gerardo Aguilar Sánchez, han impactado en la gobernanza y la estabilidad interna de la institución.
La discusión giró en torno a cuatro ejes fundamentales: gobernanza, vigilancia y resistencia; dimensión legal y normativa; implicaciones éticas y políticas; e impactos en la vida universitaria. A partir de estos, tanto los participantes, como el público coincidieron en que la prórroga no es un asunto simplemente jurídico ni administrativo, sino un acontecimiento que ha colocado a la UV en la más grave crisis de sus últimos 30 años.
Durante su intervención, Claudia Gidi subrayó que el recurso empleado para extender el mandato rectoral constituye un golpe a la tradición jurídica de la Universidad, pues se recurrió a una maquinación jurídica destinada a excluir a la comunidad de un proceso democrático. En tanto que el jurista José Luis Cuevas Gayosso advirtió que la Junta de Gobierno realizó una interpretación fuera de todo orden de la Ley Orgánica, configurando un acto sin sustento normativo y con implicaciones de ilegitimidad.
Por su parte, Alejandro León Maldonado sostuvo que la crisis que hoy vive la Universidad y que ha sido motivo de escarnio y de preocupación estatal y nacional, no se limita al plano legal, sino que pone en evidencia un fenómeno de desgobernanza caracterizado por vigilancia, desinformación y coerción de la administración rectoral, frente al cual han comenzado a surgir redes de resistencia.
En cuanto a los efectos éticos de normalizar una rectoría impuesta, Ricardo García Valdés alertó que ello erosiona la formación crítica de los estudiantes y daña irremediablemente la credibilidad académica y el prestigio institucional de la UV.
Como parte de las propuestas surgidas de este primer foro se planteó la creación de un Observatorio Universitario de Acoso y Censura que documente casos de hostigamiento y represalias ligadas a la prórroga. También se insistió en la necesidad de articular estrategias colectivas de resistencia y movilización que trasciendan la virtualidad y fortalezcan la acción presencial en auditorios, aulas y espacios públicos.
El foro cerró con un llamado urgente a no guardar silencio ante la injusticia y la arbitrariedad, pues permanecer pasivos equivaldría a legitimar el atropello, de ahí que se hiciera un amplio llamado a ocupar los espacios académicos, a promover el debate en juntas y consejos, y a reforzar la acción colegiada ya que la organización y la movilización constituyen la única vía para recuperar la autonomía, restituir la confianza y defender el futuro de la institución.