Tres organizaciones sindicales del sector educativo en Veracruz -el Sindicato Independiente Magisterial Veracruzano (SIMAVER), Fuerza Magisterial (SIFMA) y la Fraternidad Magisterial del Estado de Veracruz (FMEV)- manifestaron su rechazo ante lo que califican como un intento de “secuestrar” el desarrollo de los procesos educativos por parte de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En un pronunciamiento dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la gobernadora Rocío Nahle García y la secretaria de Educación, Claudia Tello Espinosa, los sindicatos denunciaron que la Sección 32 del SNTE ha puesto en riesgo tanto la educación de niñas, niños y jóvenes, como las gestiones administrativas de los trabajadores de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).
Los firmantes señalaron que, aunque el SNTE representa a unos 35 mil agremiados, la SEV cuenta con más de 135 mil trabajadores, muchos de los cuales pertenecen a sindicatos “serios, responsables y comprometidos” que buscan el bienestar educativo del estado.
Los sindicatos exigieron a las autoridades que no permitan el “monopolio sindical” en la SEV y que se garantice un trato igualitario para todos los trabajadores, sin distinciones ni privilegios. “En el sector educativo de Veracruz no hay maestros ni sindicatos de primera y de segunda; todos somos iguales”, afirmaron.
Pidieron que se aplique la ley sin excepciones y que se llame a los integrantes del SNTE a conducirse conforme al marco legal, ya que sus acciones están afectando a la mayoría de los trabajadores y obstaculizando el funcionamiento institucional.
A pesar de las tensiones, los sindicatos reconocieron que la SEV ha mantenido una política de puertas abiertas, con mesas de trabajo funcionales y un trato cordial e igualitario para todos los gremios. Destacaron que existe respeto irrestricto a la ley y que los procesos educativos deben continuar con orden y disciplina.
Finalmente, los sindicatos reiteraron su llamado a las autoridades para que no permitan que se sabotee la función pública de un sector tan crucial como el educativo, y exigieron que se ponga fin a los privilegios de la Sección 32 del SNTE.