Por Norberto Lacarriere
¡Suben!
La primera palabra del título significa “alterar” algo para después venderle engañosamente.
El término aplica a la gasolina que no es debidamente procesada.
También al combustible refinado pero importado bajo ciertos esquemas fiscales.
Algo que, al final, entraría en la modalidad de CONTRABANDO disfrazado.
Esto solo ocurre en complicidad entre delincuentes y autoridades.
Es decir: El compromiso con la legalidad se ha ADULTERADO.
Así, la revelación de funcionarios involucrados desmitifica las “bondades” de la 4T.
Hay, por lo pronto, 14 acusados que operaron durante el pasado sexenio.
LOS PRIMEROS EFECTOS
Estas son las 10 lecturas consecuentes de las acciones iniciales contra el “huachicol” …
Sí, cual punta de iceberg.
- Desmienten que la llegada de MORENA al poder haya acabado con la corrupción.
- Desmoronan la versión de que “ya no había robo de combustible”.
- Descubren la peligrosa complicidad entre criminales y gente de la milicia.
- Desenmascaran a quienes pregonaron “honestidad”. Difícil creer que no sabían.
- Demuelen el principio tripartita de “no mentir, no robar, no traicionar”.
- Disparan las alarmas entre los involucrados.
- Derrumban futuros políticos de quienes le apostaban a la impunidad.
- Dicen más que mil discursos que ni los mismos morenistas creen, aunque callen.
- Dan motivos al gobierno de Estados Unidos, para acusar al pasado decenio.
- Demostrarían que en el norte unos lavan, y que en centro y sur otros barren.
MÁS DE ESTA HISTORIA
En días pasados ocurrieron dos misteriosas muertes violentas.
Una del capitán de Marina que aparentemente dispuso de su vida en Altamira, Tamaulipas.
Otro, muerto por un “disparo accidental” en una práctica de tiro.
El primero aparentemente no estaba siendo investigado por “huachicol” fiscal.
Que ocurran en el contexto de decomisos y pesquisas despierta suspicacias.
Solo que hay quien se ofende si se cuestionan estos decesos.
Que hay que esperar a las investigaciones.
Que porque es una falta de respeto a la memoria de las víctimas cuestionar, dicen.
¡Háblenle a HÉRCULES POIROT, a MISS MARPLE o ya de perdido a la ARAÑA!
¿Y es culpa del ciudadano o del periodista SOSPECHAR?
No lo creo: los mismos tiempos han inyectado en el ADN toda dosis de duda.
¿Qué dirían los hoy oficialistas si esto pasara con gobiernos del PRI y del PAN?
COLOFÓN
Dadas las evidencias, a quien diga que ya no hay corrupción le decimos lo siguiente:
Es como asegurar que se le cambió el aceite al motor con el auto encendido.
Y ese vehículo está en las garitas por donde entran y salen todas las mercancías.
Por su atención, ¡Gracias! Por hoy, ¡Bajan!