Quebradero

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España y aquello del “perdón”

 

Por: Javier Solórzano Zinser

El Festival Hay está cumpliendo 10 años. Es un evento que busca la promoción de la cultura y el debate de las ideas.

Su presencia en México se dio inicialmente en Xalapa, donde a pesar del gran desarrollo que tuvo no pudo consolidarse en buena medida por la falta de visión y sensibilidad de la autoridad, y en particular de quien era el gobernador, hoy en la cárcel.

En Querétaro ha logrado consolidarse. Sin importar quién gobierne, el festival forma parte de los queretanos. La mayoría de las actividades se llevan a cabo en el centro histórico de la capital, el cual permite moverse para asistir al mayor número de eventos posible.

El festival recorre el mundo. Pasa por Irlanda, su origen, y se mete por países de todo el mundo, se ha ido distinguiendo por la posibilidad de debatir asuntos de actualidad, sin pasar por alto las manifestaciones de la cultura y el arte.

Hemos asistido en varias ocasiones. Si algo han distinguido a las mesas en que hemos participado es la libertad de manifestación, pero sobre todo, el que participe gente cada vez más avezada, conocedora y, lo más importante, curiosa.

El sábado en Querétaro conversamos con un personaje que ha investigado exhaustivamente la historia de la relación entre España y América Latina, con todas las particularidades y elementos colaterales de ella.

Pedro Baños es un coronel en retiro y analista geopolítico, y es uno de los pensadores más influyentes sobre estrategia y relaciones internacionales en el mundo hispanoparlante.

Su última obra es un tratado que merece una lectura y que bien puede ser un libro de sistemática consulta: “Geohispanidad”. El elemento central de la obra es la importancia que tiene Hispanoamérica en el presente y el futuro.

La influencia de los hispanoparlantes se manifiesta simplemente en datos cuantitativos, en esta zona se encuentra una cuarta parte del idioma que se habla en el mundo, refiere que el idioma es uno de los mayores signos de identidad.

No sólo parte del presente y de lo que puede ser el futuro. Aborda asuntos altamente polémicos. ¿Qué fue lo que realmente pasó cuando Cristóbal Colón, y Hernán Cortés, en el caso de México, llegaron a América? ¿Qué fue lo que pasó con nuestros indígenas y qué es lo que hicieron los españoles con ellas y ellos? Parte importante del debate es sobre la obra de Bartolomé de las Casas, quien parte de la hipótesis de que se llevó a cabo auténticamente una masacre.

Baños no descarta por ningún motivo los muchos excesos que se hubieran cometido. Hace una reflexión colateral de lo que vivió el mundo en aquellos años en que todos los imperios actuaron de la misma manera.

Los ejemplos son una conversación que sostuvo hace poco tiempo con Evo Morales. El expresidente boliviano le planteó a Pedro qué hubiera pasado si los ingleses fueran quienes hubieran llegado a América. La contestación parte del sentido común y también refleja la importancia de no traducir o al menos traducir lo menos posible el verbo hubiera: Le dijo que por lo menos él no existiría.

La obra no es una versión condescendiente. Tiene su dosis española, la cual bien a bien no hemos escuchado o no hemos atendido. Lo importante es tener una mirada cada vez más amplia de lo que pasó en esos años y, sobre todo, por qué México ha entrado en una etapa de recuperar el indigenismo, lo cual es, sin la menor duda, importante. Hechos de las últimas semanas nos obligan a pensar en ello.

Hablamos del multicitado “perdón”. Explicó que, en función de lo que se ha vivido, las cosas han adquirido otra dimensión y hay una evolución de las razas, hay una redefinición de la mexicanidad.

Buscan a como dé lugar el perdón y resulta que se quieren ir a vivir a España, concluyó.

RESQUICIOS.

El expresidente del Senado se ha convertido en un problema para el Gobierno y Morena. El fin de semana de nuevo se enredó, a lo que se sumaron críticas de jóvenes sobre cómo se están haciendo las cosas en el país; más vale que prendan focos amarillos