Crisis de legalidad en la UV: se exacerba el descontento. CUG en puerta

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Por Ricardo García

El proyecto de la Red UV por la Legalidad, nació de una observación compartida entre tres ex rectores de la Universidad Veracruzana, a la cual pronto se unieron otros tres destacados académicos -con intención en este caso de competir legalmente por la rectoría-, así como diversos miembros de la comunidad académica (tanto activos como jubilados); trabajadores administrativos, manuales y alumnos, que en su conjunto dan vida a la UV.

La mencionada observación se reduce a lo siguiente: un grupo de notables de la Junta de Gobierno, entidad facultada para nombrar -de entre tres candidatos- a uno que ocuparía el cargo, ante el término del periodo rectoral anterior, y que, como acotación al margen, en su mayoría fueron fáciles de convencer (salvo dos excepciones de académicas que renunciaron a la Junta por no compartir el encargo), consideraron una interpretación a modo del vocablo “prorrogar” -que ciertamente aparece en tres documentos que norman la vida institucional, antecedido de un “podrá”- como una innovación jurídica a la cual le acercaron precipitadamente un “método” de auscultación que -al vapor- simula precariamente que la prórroga concedida SIN CONCURSO, al rector saliente… ¡fue legal!

Hay que tomar en cuenta que, creados ex nihilo, en este momento histórico, diversos grupos en el poder representan el modelo de esta ideología. La desmentida de una condición psíquica fundamental (someterse a la Ley para no ser avasallados por el caos) está siendo promovida como política colectiva y como enseñanza, por no decir como modelo “cultural” (en el que por cierto la Cultura de la Paz aparece, irónicamente, como un discurso vacío, es decir, imposible de sostener si no se asume el mencionado acatamiento de la Ley).

La nueva “interpretación” favorece la instantaneidad. ¿Cómo concebir desde ahí un modelo de sustentabilidad que no sea una simple ocurrencia sin fundamento para llenar una agenda? Si el deseo de persistir en un cargo político es tomado en serio supone la apropiación subjetiva de un método que considere a los otros como una escritura a descifrar. Para eso hay que conocer y respetar las reglas, y no bastan las gramaticales. Los colectivos se rigen por un sinfín de fuerzas que aunque escapan en alguna medida a la razón, no es sino a través de ésta que pueden negociar algunas salidas culturalmente aceptables -ante quienes se opongan-. Eso lo sabe bien la RedUV, pero, parece que la apuesta generalizada fuera de la Red, es olvidarse del sometimiento a las reglas, lo cual ha llevado a un rápido empobrecimiento, incluso a un agotamiento muy radical de la posibilidad de dialogar ante diversas instancias.

Un Consejo Universitario General (CUG) programado para el próximo miércoles 25 de Agosto, con el estatuto de solemne, artilugio que se pretende interponer para acallar voces que se oponen a la concedida Prórroga, es un ejemplo claro de lo que se ejerce como dominio. NO se trata aquí del poder de la “razón” de un procedimiento legaloide que se oponga a un contrapoder de académicos en desacuerdo -en un juego dialéctico para arribar a nuevas síntesis o acuerdos- sino de una represión que pretende ahogar la voz de quienes representan la lucha por la transparencia, el orden, la comunidad, en suma, la seguridad de las garantías individuales ligadas a la Universidad Veracruzana.

Connotado por su vínculo con la ética, pero también con estrictos cuidados procedimentales, la práctica del Derecho nos distancia enormemente de los enfoques de sentido común para acercarnos a lo justo: a una forma de proceder, a una postura subjetiva, a un gesto que denote un atenuante -diverso a un agravante-, en suma, a una actitud ante el prójimo. Estamos ante una emergencia legal luego de un accidente llamado “Prórroga”, que sin ser todavía una catástrofe ha dejado ya lesiones graves en diversos órganos de nuestra Casa de Estudios.

Como puede verse hay posiciones mixtas: por un lado, vemos una creencia ingenua de la propia Junta de Gobierno de asumir atribuciones que no le corresponden para resolver problemas de legalidad, pero también un temor de las “autoridades” en su conjunto a que esta forma de hacer las cosas les conduzca a una restricción de sus propias garantías, ante los amparos; eso está latente. Y, por otro lado, se ha gestado esta nueva forma de solidaridad, la Red UV por la Legalidad, que produce y hace circular enormes flujos de información, misma que surge de la motivación que cada articulista pone en juego, fundada en una sola convicción: restituir el orden y promover nuevas posibilidades para que quienes estamos comprometidos, cultivemos la transmisión de aquellas cualidades necesarias para formar ciudadanos que promuevan la sustentabilidad y hagan posible un mundo mejor.

Paulatinamente, una buena parte de la comunidad UV está mostrando el aplomo emocional e intelectual necesario para atender de modo firme los pasos técnicos ineludibles para una operación quirúrgica de alto nivel y lograr el pronto restablecimiento de la función de la Universidad en su conjunto. No olvidemos que su Misión es: “[…] formar profesionales y ciudadanos con valores, fomentando el desarrollo integral a través de la docencia, investigación y difusión cultural, para contribuir al bienestar social, el conocimiento y el desarrollo sustentable de Veracruz y México.” [Cursivas mías].