Quebradero

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Los distractores

 

Por Javier Solórzano Zinser

Asunción, Paraguay. – Lo menos conveniente para el gobierno y su partido es partir de que, a pesar de los muchos problemas que se enfrentan, es hacer como si no pasara nada.

Es una historia conocida y repetida en la vida reciente del país. Por más circunstancias adversas que se presenten, los gobiernos las pasan de largo.

No se trata de pasársela en el mea culpa. Pero tampoco se trata de hacer como si no pasara nada, con todo y que se tiene el poder y el aparato del gobierno para intentar dirigir la opinión ciudadana hacia otros derroteros como acostumbran a hacerlo.

La política de la distracción es una constante. A sabiendas de que se tienen serios problemas lo que se hace es tratar de cambiar los escenarios para que los ciudadanos, particularmente los críticos del Gobierno, dirijan su mirada hacia otros temas que si bien pueden ser importantes, juegan el papel de distractores.

Trump tiene a la distracción como forma de gobierno. Sin duda está pasando por momentos difíciles internamente, pero poco o nada pareciera importarle, porque mueve a la opinión pública hacia otros temas. Una encuesta reciente coloca su popularidad en niveles bajos a partir de su encuentro con Vladimir Putin.

Sin embargo, ha dado a conocer otra encuesta, en una suerte de yo tengo otros datos, que lo ubica con un reconocimiento particularmente entre sus furibundos seguidores y los jóvenes que lo siguen ansiosa y afanosamente.

Se pueden buscar muchos mecanismos para cambiar la atención de la opinión pública, pero tarde que temprano las cosas terminan por evidenciarse. Trump enfrentará en el 2026 la evaluación de la sociedad estadounidense. Ahí sabremos si es cierto que está disminuyendo de manera clara su popularidad o, de plano, es cierto aquello de que lo que vale son sus otros datos.

El factor distractor en México ha logrado en ocasiones cumplir sus objetivos. Lo que es un hecho es que no se puede seguir bajo el no pasa nada. El Gobierno y Morena tienen que diseñar estrategias que puedan más que encontrar salidas resolver los problemas que la sociedad va enfrentando.

No se soslaya la disminución de la pobreza, pero no se puede pasar por alto el definitivo revés de las estrategias en materia de salud. La Presidenta no puede quejarse por el reconocimiento que ha tenido la disminución de la pobreza, lo que pasa es que no tiene sentido hacer a un lado la crítica como si ésta fuera un ataque directo al gobierno y no sea parte de la revisión de la opinión pública sobre las acciones del Gobierno.

El país ha pasado por varios momentos delicados, los cuales tratan de ser vistos por el Gobierno como si fueran críticas dolosas, en lugar de entenderlos como elementos para que exista una mejor gobernabilidad.

Si bien en este sexenio algunas cosas han cambiado, se mantiene una ruda relación con la opinión pública y publicada. Con López Obrador se creó un antecedente que hoy pesa considerablemente en la relación entre medios, redes y portales con el gobierno.

Se creó en torno al expresidente un halo informativo que se ha colocado como una más de las pesadas herencias de la pasada administración.

Habrá que preguntarse si no pasa nada con los viajes de los morenistas; con los desplantes lamentables de Andrés Manuel López Beltrán; con los problemas en Tabasco; con la corrupción en salud; con el huachicol; con el presumible apoyo del narco en la elección de Sinaloa; con funcionarios de Pemex presumiblemente sobornados; con el uso del poder para judicializar ciudadanos y periodistas, a lo que se suman otros asuntos que terminan por minimizarse.

No se puede andar como si no pasara nada y minimizando las cosas. Los distractores resuelven el corto plazo y no más que eso.

RESQUICIOS.

Argentina y Cuba tuvieron este día un significativo avance en los Juegos Panamericanos de la Juventud aquí en Paraguay. La delegación mexicana tiene que apurarse estos dos días para conservar al menos su cuarto lugar, es inminente que Brasil se lleve los juegos.