El empresario veracruzano Fidel Kuri Grajales, expropietario de los Tiburones Rojos de Veracruz, fue liberado este 20 de agosto de 2025 del Reclusorio Norte, donde permaneció encarcelado durante 24 meses por cargos relacionados con fraude. Su salida se dio tras la modificación de medidas cautelares, que le permitirán continuar su proceso bajo prisión domiciliaria.
La causa penal contra Kuri se originó por una denuncia de Arrendadora Internacional S.A. de C.V., empresa vinculada a Grupo Salinas, que lo acusó de no saldar una deuda de 139 millones de pesos derivada de un préstamo solicitado para mantener al club veracruzano en la Liga MX. Aunque el empresario alegó haber cubierto el monto mediante la venta de jugadores, como el portero Sebastián Jurado, el litigio se prolongó y derivó en su reclusión.
Kuri adquirió la franquicia de los Reboceros de La Piedad en 2013 y la trasladó a Veracruz, reviviendo a los Tiburones Rojos. Bajo su gestión, el equipo ganó la Copa MX en 2016, pero también enfrentó escándalos como la agresión al jefe de árbitros Edgardo Codesal y el impago de salarios a jugadores.
En 2019, la Federación Mexicana de Futbol desafilió al club por incumplimientos financieros, marcando el fin de una era para el fútbol profesional en el puerto.
Aunque ya se encuentra en su domicilio, Fidel Kuri no ha obtenido la libertad absoluta. El juez del caso determinó que no era necesario imponerle un grillete de geolocalización ni exigirle una fianza de 50 millones de pesos. Su proceso judicial continúa, y se espera que en las próximas semanas se definan nuevos términos legales.
Su liberación reabre el debate sobre el manejo de los clubes de fútbol en México y la relación entre empresarios, federaciones, política y justicia.
