Este sábado, internos del Centro de Readaptación Social (CERESO) de Tuxpan, Veracruz, iniciaron un motín para denunciar la presunta toma de control de varias áreas del penal por parte de un grupo delincuencial que, según los testimonios, estaría cobrando cuotas y ejerciendo violencia al interior del penal.
A través de videos difundidos desde el interior del penal, los reclusos solicitaron la intervención urgente de la prensa y de la Comisión de Derechos Humanos, asegurando que la situación se encuentra “fuera de control”.
En los mensajes, se acusa que un grupo identificado como parte del crimen organizado ha tomado el control de zonas clave del penal y aplica cuotas para acceso a alimentos, servicios y espacios comunes.
La misma grabación permite escuchar cómo los detenidos señalan que el grupo criminal que controla el penal es el responsable también de la muerte de la maestra y taxista Irma Hernández, ocurrida hace unos días en Álamo Temapache.
“Ya nos tenía hasta la madre Grupo Sombra, es lo que ocasionaron, se querían pasar de verga con el apoyo de las autoridades”, dice una de las voces en el video.
“Son los que mandaron a la maestra, de aquí salió la orden de matar a la maestra”, añade otra.
A las afueras del penal se presentaron familiares de presos quienes exigen información sobre sus seres queridos pues temen que hayan sufrido alguna lesión durante el motín.
Al respecto, el gobierno del estado dio a conocer que se activó un operativo por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para atender la situación. En un comunicado, confirmó que durante los hechos internos se generaron incendios y provocaron disturbios dentro del penal.
Se confirmó que hubo personas heridas y que tres de los internos que fueron identificados como los generadores del conflicto, fueron trasladados a otro penal.
Estos hechos suceden luego de que el pasado mes de junio fue asesinado el ex director del penal, Antonio Huesca Figueroa, cuando se encontraba al interior de un automóvil en el centro de Tuxpan.
Anteriormente, en el mes de marzo, apareció una lona con amenazas de muerte dirigidas en contra de Huesca Figueroa, entonces director del penal, el cual fue atribuido al crimen organizado.