Crisis en el posgrado de la Universidad Veracruzana

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Por Alejandro León

El pasado 11 de julio se publicó una nota sobre los programas de posgrado de la Universidad Veracruzana (UV) que incumplen los criterios del Sistema Nacional de Posgrados (SNP) de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SeCiHTI).

Entre los factores que determinan si un programa cumple o no con los estándares del SNP se encuentran: la orientación correcta del programa (investigación o profesionalización), una estructura académica sólida, organizada y documentada, el cumplimiento de los requisitos de registro en el SNP, la alineación con los indicadores de calidad establecidos y el compromiso institucional de no cobrar colegiaturas.

De un total de 114 programas de posgrado de la Universidad Veracruzana evaluados por el SNP, 27 no cumplieron con los criterios establecidos. Esto significa que prácticamente uno de cada cuatro programas de la UV quedó fuera del padrón del SNP. El panorama es, en principio, alarmante, pero dimensionar justamente el problema es necesario analizar el desempeño de la UV en el contexto nacional.

Con base en los listados oficiales del SNP disponibles en el portal de SeCiHTI, se descargó la información sobre los programas que cumplen (2,325) y los que no cumplen (495). A partir de estos datos se construyó una base para analizar el sistema completo. Lo primero que destaca es la marcada disparidad en el número de programas de posgrado por institución, que va de uno a más de 200.

Para una comparación sensata, la UV se ubicó entre las instituciones de su mismo tipo: las instituciones grandes, pertenecientes al cuarto cuartil (Q4), con 13 o más programas de posgrado. En esta categoría se encuentran 46 instituciones. Tras analizar el porcentaje de programas de cada institución que cumplen con los criterios del SNP y ordenarlas según su desempeño, la UV ocupa el lugar 37 de 46, con un 76.3 % de cumplimiento en sus programas.

Al aplicar un criterio más estricto y comparar únicamente las instituciones con el mayor número de programas de posgrado (percentil 90, con 43 o más programas), se identifican 20 universidades en esta categoría. En este grupo, la Universidad Veracruzana se posiciona en el lugar 18 de 20.

Estos datos sitúan a la UV en la zona de mayor rezago respecto al cumplimiento de los criterios del SNP, destacándola como una de las instituciones, dentro de las de su categoría, con más pobre desempeño y con mayor índice de programas no aprobados (23.7%).

 Elaboración propia con datos de https://secihti.mx/consultas-snp/

 

Las implicaciones de estos resultados son múltiples y profundas. La más evidente es el impacto negativo en el prestigio académico de la UV en el ámbito nacional. También revelan una grave falta de liderazgo y de alineación del posgrado universitario con los sistemas nacionales de evaluación. A ello se suma una administración cuya ineficiencia ha sido denunciada por la comunidad académica y estudiantil de posgrado. Casos como la no apertura de programas por no alcanzar el número de alumnos inscritos exigido por la Dirección General de Estudios de Posgrado de la propia UV, la fallida propuesta de modificar el Reglamento General de Estudios de Posgrado para eliminar los doctorados directos, o la operación sin becas nacionales de programas como el Doctorado en Investigaciones Cerebrales, son apenas algunos ejemplos de las tensiones que enfrenta el posgrado universitario.

La consecuencia más grave es que, todo indica, uno de cada cuatro programas de la UV no contará con becas nacionales para sus estudiantes de nuevo ingreso en el ciclo que está por iniciar. Esto limita el acceso a una formación de excelencia a nivel posgrado en la principal institución de educación superior del estado. Además, impide que muchos estudiantes puedan dedicarse de tiempo completo a sus estudios, afectando sus posibilidades de convertirse en especialistas, maestros y doctores de alto nivel, dado que se dificultan notoriamente sus condiciones de vida para alcanzar sus objetivos formativos. Para decirlo de manera simple: en el estado de Veracruz, muchos estudiantes simplemente no podrán realizar estudios de posgrado sin el apoyo de una beca.

Esta situación también golpea las aspiraciones de la sociedad veracruzana. La formación educativa de excelencia es una de las vías principales para la movilidad social y económica. Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, el ingreso promedio aumenta conforme se incrementa el nivel educativo, y esta tendencia se acentúa con estudios de posgrado. El rezago en el posgrado de la UV se traduce, por tanto, en una limitación real para que las futuras generaciones de veracruzanos accedan a mejores condiciones de vida.

Finalmente, no puede soslayarse la responsabilidad, tanto por acción como por omisión, de la Rectoría de la Universidad Veracruzana, de la Secretaría Académica y de la Dirección General de Estudios de Posgrado en estos resultados. Tan preocupados por la prorrogación, tan poco ocupados de la educación. La reflexión y el análisis sobre este tema quedan abiertos.

 

Investigador del Centro de Investigaciones Biomédicas, Universidad Veracruzana