Nicolás Guillén: el color cubano

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Por Sandra Luz Tello Velázquez

Reconocido por la crítica, el pueblo cubano y el resto de Latinoamérica, Nicolás Guillén modeló su visión acerca de la cultura negra dentro de la poesía cubana. Su labor periodística, la constante militancia y activismo político, la crítica social, su poesía buscó y promovió “el color cubano” que no era negro, ni blanco. No fue un nombre más, permanece como un hito revolucionario que desafió y trastocó las convenciones literarias y sociales de su tiempo.

Guillén desarrolló una vanguardia auténtica, generó una ruptura radical con el Modernismo y sus secuelas, para dar voz a las realidades marginadas y al lenguaje popular de los barrios pobres de la Habana.  Transitó por el abismo que existe entre el interior del ser humano y su exterior, pues le importaba la situación de la gente de las islas, esto se convirtió en una constante inquietud

El poeta cubano fue dirigido por la conciencia, se preguntaba por la capacidad del lenguaje para transformar al mundo, reconocía su voz interior para comprender las contradicciones humanas, más allá de los juicios simplistas que lo encasillan en el negrismo o la poesía negra.

Su primer libro: “Motivos de son” (1930) es un grito de rebeldía estética y social. Nicolás Guillén aniquila la parafernalia modernista para crear un verso que es a la vez ruptura y fundación, un canto que incorpora los ritmos y la lengua de los descendientes de africanos en Cuba. Su propósito es claro, descolonizar la cultura y rescatar la identidad nacional desde la voz del pueblo. No se trata de exotismo ni de folclor, sino de una profunda afirmación del hombre negro como parte integral de la nación cubana, con una historia que proviene del otro lado del mar, con su belleza oscura y su dignidad.

Los críticos tradicionales han sido permeados por prejuicios de clase y colonización señalando que, es «un poeta de raza», cuando en realidad su poesía es un espacio de conocimiento y denuncia, un testimonio vivo que confronta la injusticia social, el racismo y la explotación imperialista. Los poemas “Negro bembón” o “Caña” revelan la crudeza de la realidad económica y racial, además expresan un compromiso político y su voluntad revolucionaria que anticipaba la lucha por la justicia social en Cuba y América Latina.

El vanguardismo poético desarrollado por Guillén fue una herramienta para la emancipación, su obra es testimonio de resistencia cultural y política, una invitación a repensar la identidad, la lengua y la justicia social desde la poesía. Nicolás Guillén no solo escribió versos; construyó un puente entre el oprimido y la esperanza de un futuro liberado.

Finalmente, el poeta nacido en Camagüey, el 10 de julio de 1902, integró con maestría la tradición poética española, sin perder la autenticidad de su voz ni la fuerza de su contexto caribeño y afrodescendiente, con ello logró una fusión lingüística y cultural que es muestra de su genio para crear poesía que es profundamente cubana y universal.