“Que vayan a asustar con el petate del muerto a otro lado” espetó la gobernadora Rocío Nahle al asegurar que la refinería de Dos Bocas ha sido el proyecto más auditado del país, en respuesta al reportaje publicado en la más reciente edición de la revista de Proceso.
La pieza periodística revela que en 2020 el auditor superior de la Federación, David Colmenares Páramo, y la entonces secretaria de Energía Rocío Nahle García firmaron un “convenio para la fiscalización superior preventiva en la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas”, para exentar al proyecto de una revisión a detalle.
Nahle fanfarroneó que “yo ya fui diputada, fui senadora, y que vayan a asustar con el petate del muerto a otro lado. Punto”, y evadió contestar al tema central, afirmando que no le interesan las especulaciones: “Nosotros hacemos un trabajo serio”.
Según ella, la refinería Olmeca-Dos Bocas es la obra más auditada del país. “Desde 2022 no ha habido un proyecto en México más auditado que la refinería Olmeca, afortunadamente”.
Aseguró que la planta procesó este lunes 214 mil barriles de crudo, con una producción diaria de 125 mil barriles de gasolina y 72 mil barriles de diésel, lo que la coloca como la refinería con mayor producción de combustible en el país.
Nahle admitió tener una buena comunicación con David Colmenares, a quien invitó a Veracruz para realizar un taller conjunto con los órganos internos de control. “El auditor Colmenares es una persona profesional, seria, con siete años al frente de la ASF. Ya lo invité, estamos por confirmar la fecha para su visita”.
Dijo que “si yo fuera diputada votaría en favor, pero no lo soy”, sobre la posibilidad de que Colmenares se quede otro periodo frente a la ASF.
El reportaje
El 1 de junio de 2020 David Colmenares Páramo, titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y Rocío Nahle García, entonces secretaria de Energía, firmaron un “convenio para la fiscalización superior preventiva en la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas”, el cual estipuló que la ASF revisaría “de manera adelantada” las “disposiciones jurídicas aplicables” relativas a ese megaproyecto, emblemático del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Para efectos concretos ese convenio exentó al megaproyecto de una observación a detalle del ente fiscalizador: si bien la ASF realizó 34 revisiones a la refinería Olmeca de Dos Bocas entre 2020 y 2024, encontró montos por aclarar de apenas 607 millones 552 mil pesos, equivalentes a 0.014% de los 412 mil 309 millones de pesos que PTI Infraestructura de Desarrollo (PTI-ID), filial de Pemex que controla la refinería, reportó como activos a finales de 2024.
Sin embargo, en el mismo lapso el costo de la refinería Olmeca se triplicó, los plazos de entrega se pospusieron en varias ocasiones, e investigaciones periodísticas sacaron a la luz presuntas irregularidades en la entrega de contratos multimillonarios, especialmente los adjudicados a empresas de allegados de Rocío Nahle, como Juan Carlos Fong Cortés, el primo de su esposo, y Arturo Quintanilla Chavira, el hijo de su compadre.
En un principio, López Obrador anunció que su gobierno construiría la refinería en tres años y por menos de ocho mil millones de dólares, un objetivo a todas luces inverosímil. La Secretaría de Energía emitió una licitación internacional bajo estas condiciones, y en mayo de 2019 la declaró desierta, pues las empresas interesadas anunciaban propuestas de entre 10 y 12 mil millones de dólares. “Estaban pidiendo mucho, se pasaron de los ocho mil millones de dólares y en el tiempo de construcción”, dio a conocer el mandatario en su conferencia matutina del 9 de mayo de 2019.
Ese día, el tabasqueño entregó el megaproyecto a Rocío Nahle, quien mandó crear la filial PTI-ID en Pemex para realizar las obras.
En lugar de licitaciones, la empresa adjudicó directamente los contratos de Dos Bocas a un grupo de empresas, incluyendo ICA-Fluor, filial de ICA (empresa del multimillonario David Martínez, junto con Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia, los dos copresidentes ejecutivos de Televisa), a la transnacional Samsung y al Grupo Huerta Madre, un consorcio creado siete días antes de recibir el contrato y conformado por los cercanos de Nahle; o a Grupo Indi, una de las empresas más beneficiadas en contratos públicos durante el sexenio pasado.
Finalmente, la refinería de Dos Bocas costó 21 mil millones de dólares, tres veces más que lo anunciado por López Obrador, y empezó a refinar en 2024, es decir, dos años después del plazo prometido. En ese tiempo, Pemex adjudicó directamente 216 contratos, emitió 162 órdenes de servicios y realizó 36 cesiones de órdenes de compra, todo fuera del alcance de una revisión a profundidad de la ASF.