Por Uriel Flores Aguayo
Terminada la campaña electoral y con resultados concretos siguen los preparativos del programa de gobierno y la integración de los equipos que estarán al frente de las áreas del Ayuntamiento xalapeño en los próximos cuatro años. Ahora hay mayor demanda de concreción y claridad de ideas, diagnósticos, propósitos y metas en el periodo cuatrienal inmediato. Ya no es asunto de frases y consignas proselitistas. Hubo adelantos indispensables a la hora de pedir el voto, pero es insuficiente. Hay que asumir que no se parte de cero ni se viene a inventar el hilo negro. El siguiente Ayuntamiento es parte de un proceso histórico. Entre más profesional y técnica sea la próxima administración, mejor cuidados estarán los asuntos públicos que le interesan a los xalapeños. Sin inventos ni ocurrencias es mejor. El perfil y trayectoria de la presidenta electa, Daniela Griego, inspira la confianza necesaria para esperar un gobierno serio, sensible y eficaz. Prácticamente es quien presentó un plan de ocho ejes de trabajo con planteamientos concretos y viables.
De la obvia lista de los grandes problemas de Xalapa hay que iniciar con el enfoque detallado, realista y comprometido hacia la cuestión del agua, la movilidad, la seguridad ciudadana, las áreas verdes, etc. Deben definirse con precisión las prioridades; cumplir bien y pasar inmediatamente o hacerlo paralelamente a otras cuestiones igualmente importantes. Hay asuntos urgentes y determinantes en la vida del municipio que no pueden ser postergados; mientras que otros podrían llevarse con más calma.
Hablemos del agua: se requiere un plan integral que vaya a fondo, sea previsor y no se quede en lo reactivo o contemplativo. Hay que reforestar y cuidar las zonas de donde proviene el agua a Xalapa, hay que evitar las fugas en las tuberías, se deben establecer sistemas de captación de agua en casas y especialmente en edificios públicos, hay que contar con más pipas, revisar la nómina de CMAS, buscar fuentes alternativas y concretar el anunciado acueducto. De esa misma forma se debe profundizar en los otros grandes ejes de gobierno.
Xalapa no debe hacer lo mismo de siempre, tiene que haber un giro y hacer brillar nuestra personalidad histórica, culta y verde.
Hay la necesidad estructural de fomentar y respetar la participación ciudadana para tener un municipio con sociedad fuerte. En esa gran tarea el nuevo Cabildo debe empeñar el mayor de los esfuerzos. Será importante hacer realidad el Cabildo abierto, las audiencias ciudadanas en Palacio y en colonias, la permanente atención ciudadana y la presencia territorial de los ediles en las reuniones vecinales y todo tipo de situaciones. No es posible omitir el gravísimo abstencionismo reciente.
Es deseable que se ascienda en la comprensión de la pluralidad del municipio. No es recomendable seguir línea partidaria en discurso e imagen. Lo sano, lo nuevo, lo diferente, lo mejor, lo honesto, lo incluyente, lo democrático y lo plural es ser un Ayuntamiento abierto, transparente y con acento ciudadano. Eso pasa por detalles aparentemente menores como la propia imagen institucional. Xalapa merece vivir mejor.
Recadito: se necesita una reforma legal para que no medie tanto tiempo entre la elección y la entrada del nuevo Cabildo.