Sigue la destrucción en la UV: consuman extinción del CEICAH; Martín Aguilar y otras autoridades universitarias se encargaron de desmantelarlo en tres años, acusan académicos afectados

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Con 235 votos a favor, 39 en contra y 71 abstenciones, el Consejo Universitario General (CUG) de la Universidad Veracruzana (UV) aprobó este viernes el acuerdo rectoral del 6 de abril de 2022 que determina la desaparición del Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimiento y Aprendizaje Humano (CEICAH).

Durante la sesión ordinaria del CUG, la abogada general de la UV, Mónica Victoria Ruiz Balcázar, detalló que en mayo de 2020 se generó un “conflicto de índole interpersonal” en el CEICAH que “involucró a dos grupos de investigadores que se acusaban mutuamente de violentar la normatividad universitaria: uno conformado por la entonces Coordinadora del CEICAH y un investigador que ocupó el cargo de Coordinador del Doctorado en Ciencia del Comportamiento; el otro, formado por siete investigadores del mismo Centro que denunciaron un presunto conflicto de interés de la Coordinadora del CEICAH en el nombramiento de dicho Coordinador”.

Según Ruiz Balcázar, el desarrollo de dicho conflicto “lejos de abonar a la sana y armónica convivencia de las y los integrantes de la entidad académica, recrudecieron la polarización y propiciaron la falta de cumplimiento de la función sustantiva que originó la creación del CEICAH”. Por ello, sostuvo que los propios integrantes de los grupos en conflicto manifestaron la “inexistencia de condiciones al interior del Centro que permitieran una convivencia institucional y académica propicia”.

Dijo que la situación trascendió al cambio de administración rectoral, por lo que desde el 1 de septiembre de 2021 se dio seguimiento al conflicto con la intención de “conciliar a las partes” en octubre del mismo año; así, fue integrada una comisión conformada por autoridades universitarias y asesores del rector, cuyos integrantes sostuvieron reuniones con las partes, “sin que estas llegaran a ningún acuerdo, conflicto que generó un impacto negativo en la formación de los estudiantes” del doctorado adscrito al CEICAH.

“Las evidencias recabadas durante la intervención y el análisis del caso ratificaron la ausencia de condiciones para la sana convivencia entre el personal del Centro. Asimismo, fue constatado que las líneas de investigación desarrolladas podían ser continuadas en otras entidades universitarias, y que los compromisos académicos vigentes se podían atender mediante la readscripción del personal, así como de los planes de estudio correspondientes”, dijo la funcionaria universitaria, para justificar la decisión del extinguir el CEICAH, en lugar de alcanzar acuerdos.

En el boletín oficial de la UV se destacó que “existieron académicos y estudiantes inconformes ante la posible extinción del Centro que promovieron los juicios de amparo 354/2022, 430/2022, 531/2022, 470/2022, 1175/2022 y 817/2022 en contra del acuerdo rectoral, mismos que, en su totalidad, se encuentran concluidos por la autoridad jurisdiccional”.

La decisión, por capricho de unos cuantos

Por su parte, en la página de Facebook Investigación en extinción Ceicah-UV, creada por investigadores y académicos afectados, cuestionaron afirmaron que en los últimos tres años, “el rector y otras autoridades universitarias se han encargado de desmantelar el CEICAH”.

“No solamente nos despojaron de un edificio que fue diseñado y construido específicamente para albergar dicho centro de investigación, sino que también se han dedicado a desmantelar el programa académico y la comunidad del mismo. ¿Cómo lo han hecho?

“No publicando convocatorias para el ingreso de nuevos alumnos al programa de Doctorado en Ciencia del Comportamiento, el cual sigue activo según la propia UV. Las autoridades alegan que no existen las condiciones para permitir el ingreso de nuevos alumnos. Sin embargo, han sido ellos mismos quienes impiden que existan las condiciones necesarias.

“Han llenado de burocracia la vida universitaria de los alumnos activos, requiriendo permisos para el uso de las instalaciones, de los equipos y para llevar a cabo las actividades académicas básicas. Lo anterior entorpece la realización de las investigaciones y con ello la conclusión de nuestros estudios.

“Han desmantelado la comunidad académica ya que no contamos con un espacio para la realización de las actividades que anteriormente eran cotidianas. De igual forma, no se cuenta con las condiciones para la convivencia de los miembros de la comunidad. Como buen grupo autoritario, buscan dividir.”

Señalaron que quienes votaron para ratificar la extinción del CEICAH fueron integrantes de un Consejo Universitario “en el que no está representada la comunidad del CEICAH. Un Consejo que no está informado de la situación, un Consejo apático ante decisiones que no les afectan directamente y en el peor de los casos, un Consejo coercionado para votar según las indicaciones tácitas del rector”.

El CEICAH, lamentaron, “ha sido reducido a un recuerdo en la UV, a un mal sabor de boca para el rector y las autoridades que lo acompañan. Esperamos que algunas de nuestras acciones les arruinen el día, así como ellos han arruinado los planes de carrera y de vida de muchos estudiantes y aspirantes a quienes incluso se les negó la oportunidad de pertenecer a la comunidad del CEICAH”.

“Se han encargado de entorpecer las actividades académicas para posteriormente usar los resultados de esas acciones como excusa para la extinción del CEICAH, depositando lo que es enteramente su responsabilidad en los alumnos. La extinción del CEICAH impacta no solo en la comunidad estudiantil sino en la investigación psicológica de calidad en México y Latinoamérica.

“Nunca una decisión académica de tanto impacto, debería de basarse en caprichos de unos cuantos. Mucho menos justificándose en un conflicto interpersonal. Para las autoridades universitarias de la UV la psicología no merece tener un Centro para la investigación Científica Teórica y Experimental”, fustigaron.