CNTE- Gobierno. No sirve una curita
Por Javier Solórzano Zinser
El largo conflicto entre la CNTE y el Gobierno lleva 22 días, por más que hoy se solucione va a ser una constante a lo largo del sexenio.
Se podrán resolver algunos de sus problemas, pero cada vez hay más agravios. En la Coordinadora se ha ido tomando una distancia real con la Presidenta, se han sentido profundamente señalados, se les ha dicho que son “como la derecha”, o que “están buscando la represión”.
También puede pasar que todo quede olvidado si particularmente el magisterio queda satisfecho con el ofrecimiento que les hagan; sin embargo, no se ve por dónde, porque la gran demanda sigue siendo que se derogue la ley del ISSSTE de 2007.
La Presidenta ha sido enfática y ha repetido que eso no es posible, porque no alcanza el presupuesto. De hecho, éste es el tema que tiene trabado y confrontado el conflicto. Recordemos que los maestros mantienen esta exigencia, porque la Presidenta ofreció en sus tiempos de campaña la derogación de la ley. Los maestros le recuerdan sistemáticamente la promesa, porque era parte de un acuerdo para apoyarla en las elecciones.
Los políticos pueden ofrecer muchas cosas en tiempos de campaña con tal de sumar votos, el gran problema es que puedan cumplir sus ofrecimientos cuando les llega la terca realidad en el ejercicio del poder.
Se ha buscado todo tipo de soluciones, pero todo gira sobre el mismo eje. El tema es y será la ley del ISSSTE y la negativa del Gobierno es y será la ley del ISSSTE. Los maestros han venido agudizando la protesta. El miércoles intentaron, violentamente, entrar a las instalaciones de Gobernación, y ayer maestros de la CETEG, delegación de Guerrero de la Coordinadora, quemaron mobiliario y objetos en las instalaciones del sindicato al que de alguna manera pertenecen, el SNTE.
Hacia finales de la semana pasada parecía que se abría la posibilidad de que una de las delegaciones de la Coordinadora llegara a un acuerdo. El Gobierno presumió que les había ofrecido 800 mdp a los maestros de Oaxaca, al día siguiente la Coordinadora del estado negó algún tipo de acuerdo. Lo cierto es que venga como venga la solución, ya tienen 800 mdp.
La CNTE está a nada de dejar de reconocer como interlocutor a Gobernación. Quieren hablar con la Presidenta porque en las tres reuniones no han avanzado. La Presidenta no quiere hablar con ellos, porque también se siente agraviada, y porque es evidente que los maestros, como decíamos al inicio, están agudizando sus movilizaciones.
No estamos ante un conflicto en que cada uno se lleve su golpe. Son más de 22 días en que la capital ha estado atrapada sin salida; en que los maestros se han movido a sus anchas por las calles; en que la paciencia ciudadana está empezando a colmarse; en que más de 1 millón de estudiantes están sin clase a menos de un mes de terminar su ciclo escolar.
A la Coordinadora no le importaba la elección del domingo. Amenazó con boicotearla como mecanismo de presión. Conversando con muchos maestros nos aseguraron que para ellos éste no era tema, así que “no nos vayan a acusar de su fracaso”.
En los terrenos de la relatividad de las cosas, que tanto le gusta al Gobierno, se podrá decir que mientras 10 por ciento de estudiantes no tiene clase, 90 por ciento sí está en las aulas. Sin embargo, la comparación no cabe, porque resulta que ese 10 por ciento de estudiantes es el que vive bajo condiciones más adversas.
La CNTE asegura que todo está organizado en sus estados, el problema es que la reforma educativa si algo presume es que su esencia es el trabajo colectivo. Si no hay clases, no hay manera de hacerlo.
El Gobierno no parece tener interlocutores válidos. El conflicto pinta para ser una constante por más que hoy se le ponga una curita.
RESQUICIOS.
Hace algunos meses alertamos que tarde que temprano Trump y Musk iban a chocar, el momento llegó. Más allá del morbo y el escándalo en redes, se están diciendo muchas cosas que ponen en evidencia a los dos, empezando por el presidente.
