Quebradero

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Al Gobierno le urge una solución

 

Por Javier Solórzano Zinser

 

Después de largos 12 días en que la CNTE se ha sabido mover estratégicamente en la CDMX, por fin se abrió una posibilidad de desentrampar un conflicto cada vez más serio, se presume que hoy se reunirán las partes en Gobernación.

Pareciera que más que querer acabar con el lío, la Presidenta ve venir lo que podría pasar el domingo si la CNTE continúa en paro. Las abiertas y veladas amenazas de boicotear la elección serían un elemento más para poner el proceso bajo más encrucijadas y confrontaciones.

La CNTE no se ha salido de su guion y ha hecho lo que ha querido durante 12 días. El Gobierno no ha hecho mucho para al menos conminar a la Coordinadora para que respete los derechos de los capitalinos.

Los ciudadanos estamos cada vez más molestos ante la abierta discrecionalidad del Gobierno en su trato con la Coordinadora, a diferencia de sus estrategias cuando se trata de otro tipo de organizaciones. A los padres y madres de niños con cáncer, a las madres buscadoras, a las mujeres que se manifiestan en un 8 de marzo las encapsulan, a los maestros les abren la puerta.

La Presidenta está pagando sus promesas de campaña. La derogación de la Ley del ISSSTE parecía una idea positiva, pero, sobre todo, le daba gusto a la Coordinadora en tiempos electorales. Al paso de los días se dio cuenta de que el lío en el que se podía meter el país en cuanto a las jubilaciones. Cambió de opinión porque se enfrentó a la terca realidad. Lo que hizo la CNTE fue echárselo en cara presentando incluso el video cuando la candidata lo dijo. Todo esto terminó por ser un factor más de presión con el conflicto entrampado.

La CNTE desde el sexenio pasado se volvió a empoderar. La limitada reforma educativa en los tiempos de Peña Nieto le quitó capacidad de maniobra y en algún sentido la desmovilizó. López Obrador se encargó de revertir las cosas lo que llevó a que en muy pocas ocasiones la Coordinadora se manifestara con sus demandas en la capital. El expresidente concedió muchas de sus exigencias, reconociendo que algunas de ellas eran justas.

La CNTE es una organización que funda su estrategia en los límites. Tiene un proceso de comunicación interno hermético y efectivo. Es conocido que las y los maestros viven con frecuencia presionados por los liderazgos y las estructuras.

En la Coordinadora toda acción política cuenta y le puede otorgar ventajas en todos los sentidos a los trabajadores. Asistir a un mitin, participar en las movilizaciones, hacer trabajo político es algo que se premia, no hacerlo puede llevar exactamente a lo contrario.

La Presidenta los ha confrontado haciendo algo que muy pocos se atrevieron en el pasado, empezando por su antecesor. Dentro de las muchas cosas que se han dicho, es probable que la que más haya ofendido es que les hayan dicho que son de “derecha” por querer boicotear, como mecanismo de presión, la elección del próximo domingo.

No va a ser nada fácil arreglarse con la Coordinadora. El Gobierno lo sabe y más ahora con las grandes movilizaciones que han tenido en estos largos 12 días por las calles de la ciudad. En la negociación el Gobierno tendrá que ofrecer algo que pueda satisfacer no solamente a los líderes sino a las bases, las cuales han sido claves para las protestas, van a exigir algo más que 9% de aumento salarial.

La Presidenta requiere del magisterio para las elecciones del domingo con todo y sus acordeones. El SNTE ya se está encargando de ello, aunque lo niegue, y en Morena aseguren que no tiene nada que ver.

Claudia Sheinbaum tiene que apurar una solución, no se puede dar el lujo de dejar a la CNTE por la libre ante un domingo cuestionado.

RESQUICIOS.

A partir del primer segundo de mañana se acaban las campañas de los aspirantes al Poder Judicial. El Gobierno y su mayoría saben que van a tener que movilizarse, porque los ciudadanos no terminaron de apropiarse de la elección. Lo que viene es lo inédito, lo confuso, lo cuestionable y la incertidumbre.