Normalización de la “cultura” narca
Por Javier Solórzano Zinser
Los vítores al El Mencho el sábado en el Auditorio Telmex de Guadalajara, son la comprobación de lo arraigado que ya se encuentra todo lo que tiene que ver con el narcotráfico entre la gente.
Lo sucedido pasa por cómo en algunos estados la “cultura” del narco se ha ido arraigando y permeando de tal manera que se vuelve parte de la cotidianidad, en particular de los jóvenes que son a quienes la delincuencia organizada tiene en la mira.
Lo paradójico es que muchos de ellos han sido reclutados, o mejor dicho secuestrados, por el CJNG y algunos de ellos quizá son los que lanzaron vítores y aplausos cuando apareció el personaje.
El hallazgo del predio Izaguirre nos mostró de lo que es capaz el cártel sin importarle en lo más mínimo la vida de los jóvenes que recluta. Este asunto por ningún motivo tiene que pasarnos de largo, porque además de la violencia muestra una clara contradicción en la que vivimos en donde la impunidad, la tortura, el adiestramiento en las armas y el secuestro son parte central de algunas comunidades y, paradójicamente, por otro lado, quienes perpetran estas actividades acaban siendo reconocidos, directa o indirectamente, a través de un concierto en que aparece su “jefe”.
No deja de ser lamentable cómo el tema del predio Izaguirre pareciera ir pasando a segundo plano cuando es un asunto de primer orden. Lo que pasa es que estamos metidos en tal cantidad de asuntos que pareciera que a diario algo nuevo va a colocar en segundo plano lo que en este momento nos parece prioritario y urgente. No podemos por ningún motivo sacar de la agenda asuntos como éste, por más que Morena haya sido doblado por Cuauhtémoc Blanco, o que se nos venga una nueva andanada de aranceles.
Uno de los aspectos que hay que atender del concierto del sábado es que de alguna manera nos lleva por los terrenos de la normalización de la presencia del narcotráfico entre nosotros.
Además, entramos en procesos en donde se hace pública la presencia de personajes que son la manifestación más clara de la delincuencia organizada. En el repleto auditorio no había una sola persona que no supiera quién es El Mencho y, sobre todo, que no supiera a qué se dedica. Es una figura común entre mucha gente y que lamentablemente en un buen número de casos puede pasar por una suerte aspiracional.
La forma en que el narcotráfico ha permeado en nuestras vidas es contundente. Es parte de nuestras conversaciones cotidianas, y en muchos casos es la salida económica y de vida para mucha gente. El narcotráfico tiene el control de muchos territorios en el país de la mano de la complicidad de las autoridades y, lo que va siendo cada vez más grave, de la complicidad de la ciudadanía.
Lo que no hace el Estado en diversas comunidades, lo hace la delincuencia organizada. El CJNG se ha convertido en un instrumento de “ayuda” para mucha gente. Hemos visto cómo en fiestas populares y en las de fin de año entregan todo tipo de obsequios a la vista de todo el mundo, lo que incluye a las autoridades. No se esconden y además hacen público quién entrega los “regalos”, por medio de altavoces se escucha “es un regalo de nuestro jefe El Mencho”.
Hubo momentos en el concierto del sábado en que el público coreaba por mucho más las fotografías en que aparecía El Mencho que lo que estaban tocando Los Alegres del Barranco.
Los grupos musicales se han convertido en los voceros de los cárteles, es una “cultura” que ya está entre nosotros.
El sábado se hizo público en una gran ciudad como es Guadalajara lo que sucede en muchas comunidades. Este tipo de arraigos populares son la prueba de la ausencia del Estado en muchas poblaciones.
RESQUICIOS.
No fue afortunado el inicio de las campañas para elegir a los futuros integrantes del Poder Judicial. Parecía que estábamos en campañas políticas para elegir diputados o senadores. Le van a echar la culpa al INE, es evidente que van a empezar a buscar un culpable.