El fuero del Cuau
Por Javier Solórzano Zinser
La firme reacción de las legisladoras de Morena le puede cambiar el destino al diputado de su partido Cuauhtémoc Blanco.
Es probable que al legislador se le esté diluyendo la capa protectora con la que se ha movido desde hace un buen tiempo. El expresidente López Obrador tuvo mucho que ver en todo esto. En sus giras por Morelos se la pasaba elogiándolo, cuando iban aflorando los problemas de su gobierno, en particular en el tema de seguridad y los presuntos nexos de su entorno con personajes ligados a la delincuencia organizada.
Morena está viviendo con Cuauhtémoc un pasaje más de su estrategia de aceptar en su partido a personajes que busca que les sean útiles a su movimiento, pero lo que acaba pasando, en muchos casos, es que son estos personajes los que se aprovechan del movimiento. El caso de Miguel Ángel Yunes muestra lo que puede pasar cuando se “negocia” la participación de un personaje señalado en el partido. Es un asunto que no ha terminado y en el cual la gobernadora de Veracruz está particularmente interesada.
Todo el proceso que ha vivido Cuauhtémoc en su vida política está cargado de innumerables cuestionamientos. Se dijo que le ofrecieron una cantidad de dinero para que fuera candidato a la alcaldía de Cuernavaca. Nunca se negó que eso hubiera sucedido, incluso se habló hasta de las cantidades que le ofrecieron, al en su tiempo destacado futbolista para que aceptara la oferta.
De Cuernavaca se fue a la gubernatura que ganó con relativa facilidad. Sin la menor duda en su personaje emblemático y mediático. Como futbolista, independientemente de algunos pasajes lamentables en la cancha, fue simple y sencillamente extraordinario. Sabía responder y por ningún motivo se dejaba intimidar, y ante lesiones verdaderamente criminales se repuso, lo que lo confirmó como un ídolo, incluso de aquellos que no le van al América.
Es probable que Cuauhtémoc se haya sobrevalorado. Fue tal el apoyo que tuvo del pasado gobierno que pensó que podía ser intocable ante cualquier circunstancia. Nadie se atrevió a hacer una revisión de su gestión como alcalde, y ahora que se habla de irregularidades que pudieron alcanzar los 4 mil millones de pesos de su gobierno, las cosas podrían adquirir una nueva dimensión, porque la protesta de las legisladoras morenistas está llevando las cosas a que vaya perdiendo el halo de protección que ha tenido durante mucho tiempo.
Morena tiene que hacer las cosas con enorme cuidado. Va a ser difícil que en la sesión de hoy surjan voces para defender al diputado. Más bien todo apunta a que le quitarán el fuero, de no ser que aparezcan elementos leguleyos que traten de evadir la verdadera discusión y las presuntas responsabilidades del legislador.
La forma en que la mayoría ha tratado este asunto ha terminado por ponerse del lado del presunto victimario y no de la víctima. El diputado bien podría renunciar al fuero y enfrentar directamente las acusaciones. Cambiarían las cosas de manera sustancial y, sobre todo, podría ser el inicio de un debate que es inminente sobre el fuero en el Poder Legislativo.
En tiempos en que el tema de la violencia, en todos los órdenes, contra las mujeres se ha convertido en un asunto de primera importancia para la sociedad, Morena tiene que apoyar una decisión que coloque a Cuauhtémoc ante las autoridades para que dé su versión de las acusaciones en su contra en un asunto, insistimos, que cada vez adquiere la mayor de las relevancias en la vida cotidiana de nuestro país y del mundo.
Al Cuau se le están juntando una serie de escenarios que lo pueden colocar en medio de adversidades de las cuales será difícil salir.
RESQUICIOS.
Raúl Servín, de Guerreros Buscadores de Jalisco, nos dijo ayer que hay notorias diferencias en el rancho Izaguirre entre lo que ellos encontraron el 5 de marzo y lo que vieron en el llamado “narcotour”. Su opinión merece una aclaración por parte de la autoridad, no es el único que ha planteado esta percepción.
