Con las manos en la puerta
Por Javier Solórzano Zinser
Lo que de nuevo queda claro es que en lo general haga lo que haga el Gobierno mexicano terminará por ser insuficiente para Donald Trump.
Poco ha importado el hecho de que se haya enviado a 10 mil integrantes de la Guardia Nacional a la frontera; que se haya extraditado a 29 personajes de primer nivel de la delincuencia organizada; que se haya detenido a importantes capos de la droga en este último mes; que se hayan hecho decomisos de fentanilo, marihuana y cocaína recientemente; que en materia comercial se hayan tomado medidas para mostrar la voluntad de México, particularmente con el comercio con China.
La respuesta de parte de Trump oscila entre que no se están haciendo las cosas bien o los avances no son significativos. La Casa Blanca no le dedicó un renglón a reconocer la entrega de los 29 integrantes de la delincuencia organizada que estaban en nuestras cárceles.
El reconocimiento vino de otros lados, pero más por la entrega de Rafael Caro Quintero por parte de la DEA y el propio Departamento de Estado, que por la Casa Blanca. Para la DEA, Rafael Caro era una exigencia desde hace mucho tiempo. Se le acusa de haber torturado y asesinado a Enrique Camarena, agente de la DEA, era una deuda que se movía por los terrenos del orgullo, la indignación, la exigencia y la venganza.
Para Trump lo importante son las medidas radicales que le convengan, en su particular visión de su país y el mundo, en el mediano y largo plazo. El presidente no está viendo sólo el aquí y ahora, está tratando de reorganizar no sólo la vida de EU, sino la de toda la región, y si nos apura, también la del mundo.
No se debe perder de vista que estamos ante un intento de cambio de gran calado. Estamos ante el regreso del centralismo, el aislamiento y en una de ésas estamos en el preámbulo de una batalla directa contra la globalización.
México es parte central de ello, no sólo por la mutua dependencia económica, sino también por un asunto de la mayor importancia bajo la perspectiva ideológica, la migración.
Trump está tratando de organizar a su manera el mundo, como ya se vio en el muy lamentable lance que tuvo junto con su vicepresidente contra el presidente de Ucrania. La reacción de Europa es una manifestación de su oposición a Trump y de ir dejando claro que no va a sumarse a sus designios e imposiciones.
Las variantes que confluyen en la relación de nuestro país con EU son fundamentales para nosotros. Cualquier rompimiento comercial en la bilateralidad traerá consecuencias de toda índole, en materia migratoria no va a ser suficiente con empleos u ofreciendo los precarios servicios de salud; se va a requerir de algo que por ahora no tenemos.
Es cuestión de ver los pronósticos para este año en materia económica para entender que estamos entrando en una etapa que podría obligar a tomar drásticas decisiones para intentar librar el momento.
Cuando se asegura que Trump está tomando decisiones que son como darse un balazo en el pie ya se va viendo que quizá no es tan cierto, porque está pensando en lo que quiere para su país más adelante a sabiendas de que mucho de lo que haga hoy podría provocar consecuencias internas entre los ciudadanos estadounidenses.
Hoy vamos a empezar a conocer de qué tamaño se van a dar las cosas en materia de aranceles. Iremos viendo lo que nos espera en medio de una situación económica interna que por más que se diga lo contrario es compleja y difícil.
Estamos con las manos en la puerta en el peor momento de la historia reciente del país.
Iremos viendo lo que nos espera en medio de una situación económica interna que por más que se diga lo contrario es compleja y difícil. Estamos con las manos en la puerta en el peor momento de la historia reciente del país.
RESQUICIOS.
Se la tenían cantada a Silvano Aureoles. Van tras él porque el gobernador, sin pasar por alto las responsabilidades que tuviera Silvano, vive entre la espada y la pared. No olvidemos que el fugitivo político acusó que, en las pasadas elecciones, el narcotráfico jugó un papel fundamental, “lo tengo documentado”, decía, por eso se fue a sentar a la puerta de Palacio Nacional.