Por Sandra Luz Tello Velázquez
Cada imagen capturada por un fotógrafo o un camarógrafo es un fragmento de tiempo que permanece, que documenta y es testimonio visual imborrable, los artistas de la lente con ojo atento y sensibilidad estética, convierten la realidad en una revelación visual imborrable, su labor construye memoria y da voz a historias que, de otro modo, podrían perderse en el olvido.
En un mundo repleto de imágenes, ser fotógrafo o camarógrafo implica más que el dominio de la técnica, exige tener capacidad para mirar lo que otros pasan por alto, encontrar belleza en lo cotidiano y revelar verdades a través de una lente. Cada encuadre lleva a reflexionar, sentir y conectar con la esencia humana.
Por ello la importancia del 20 de febrero, día internacional del fotógrafo y el camarógrafo, ya que se reconoce a los profesionales que cada día salen al encuentro de la vida para capturarla sin filtros. Desde eventos solemnes hasta instantes espontáneos, los fotógrafos y camarógrafos son artífices de la luz y el movimiento, son arquitectos de la memoria colectiva.
La fotografía es expresión y comunicación sin palabras, quizá por ello, escritores como Juan Rulfo dedicaron horas de observación y creación a la fotografía. En particular, Rulfo, capturó cielos inmensos y repletos de nubes etéreas en contraste con bosques requemados, caminos desérticos, ruinas y figuras de campesinos. El escritor jalisciense encontró en la cámara fotográfica un refugio para su pasión compartida con la imaginación literaria que recreaba la vida rural mexicana, el paisaje y la arquitectura posrevolucionaria.
En otro punto, es evidente que la fotografía fija y en movimiento se constituye como una herramienta poderosa para comunicar estéticamente, informar, entretener y desde el siglo pasado hasta la actualidad, ha mantenido su protagonismo.
Finalmente, hoy reconocemos a los fotógrafos que dedican madrugadas para conseguir el efecto de luz perfecto, para capturar el irrepetible momento y para adentrarse con valentía en territorios inhóspitos solo para conseguir la toma que diga más que las palabras.