Por Jorge Negroe
Actualmente el club mexicano Cruz Azul está viviendo una verdadera crisis interna, no solo carecen de estadio propio y deben jugar sus encuentros en el Estadio de C.U. casa de los Pumas UNAM, sino que también su ex director general durante 32 años, Guillermo «Billy» Álvarez Cuevas acaba de ser vinculado a proceso por lavado de dinero y delincuencia organizada (algo que incluso muchos seguidores del Cruz Azul celebran).
Y aunado a ello, su técnico “oficial” Martín Anselmi está (al parecer) a punto de firmar con el Porto F.C. de Portugal, dejándolos sin timón dentro del futbol mexicano, esto tras tres temporadas donde tuvieron excelente desempeño deportivo a lo largo del torneo, pero con pésimos resultados en las liguillas.
Aunque el Cruz Azul es un equipo que pertenece a la Cementera Cruz Azul y es originario de Ciudad Jasso, Hidalgo, se mudó en los años 70’s a la Ciudad de México (CDMX), donde con los años logró echar raíces volviéndose uno de los equipos preferidos de los habitantes capitalinos, al grado que hoy es considerado sin duda un club de la CDMX.
Ahora, si el Cruz Azul es entonces un equipo del centro del país ¿por qué hay personas, no sólo en Veracruz, sino también en el resto del país que les importa? ¿Por qué apoyar a un club de otra región? Bueno, la respuesta no es sencilla, pero trataré de explicarla fácilmente.
Comencemos con la premisa de que hay cuatro clubes que son conocidos como los «Equipos Nacionales», llamados así porque no solo cuentan con una base de aficionados en su ciudad de origen, sino que también gozan de muchos seguidores en diversas regiones del país. Geográficamente ubicados en dos de las ciudades más importantes de México, estos equipos concentran gran parte de la atención de las principales televisoras y de los patrocinadores.
En el caso específico de los «Equipos Nacionales» de la Ciudad de México: no es sólo el Cruz Azul, sino también Pumas UNAM y el Club América. Estos equipos simbolizan una identidad que posiciona al centro del país como el principal productor y detentor del mayor poder político, económico, cultural y deportivo de la nación. Centralidad que ha dejado en cierto modo relegados, tanto mediática como económicamente, a otros equipos regionales considerados «de provincia».
Sin embargo, es precisamente en la provincia donde se ubica el cuarto «Equipo Nacional»: las Chivas Rayadas, ubicadas en Guadalajara, una ciudad que también es una especie de “centro”, aunque en este caso un “centro periférico”, pues posee una gran relevancia económica, industrial y política en su región, atrayendo a la población de los territorios circundantes, que convergen en ella. El motivo de que este club tuviera históricamente muchos seguidores se debía en parte a una opción que confrontara a la capital del país, papel que en la última década también han venido asumiendo los clubes del otro “centro periférico”, esto es, de Monterrey.
Es así que las tensiones existentes entre la CDMX como centro del país, los “centros periféricos” y el resto de la provincia, se deben, entre otros factores, a un programa de centralismo político mexicano que viene de los tiempos postrevolucionarios, al inicio de la década de 1920, cuando México se estaba terminando de construir como nación, siguiendo la vía institucionalista del entonces Presidente de la República Álvaro Obregón.
Gracias al éxito de esa campaña hoy en día en el interior de la República persiste la idea entre mucha gente de que todo lo que venga del centro del país, especialmente de la CDMX se considera “mejor” y “más avanzado”, tanto de manera tecnológica y de conocimiento como en un sentido “civilizado”. Es por eso que muchos aficionados de provincia buscan ese acercamiento al centro, como se puede ver en el caso de los “Equipos Nacionales” con su gran fuerza de convocatoria, al grado de lograr que se acaben los boletos cuando visitan los estadios regionales, pues es cuando sus aficionados que no pueden estar viajando aprovechan para ver jugar en vivo a estos clubes.
La búsqueda de identificaciones por parte de las personas crea algo a lo que llamo “afición transregional”, o sea, tener afición por un equipo más allá de tu región, una contraposición a la idea (muy sudamericana) de que debes apoyar al equipo local o regional. Y es que los “Equipos Nacionales” no representan simplemente un club de futbol sino algo asociado con estas instituciones: poder, clase trabajadora, juventud, etc.
Además, el discurso de que el centro es mejor está construido en gran medida por el poder de los medios de comunicación asentados en la Ciudad de México, cuya influencia fortalece y amplía el alcance de los llamados “Equipos Nacionales”. Es por ello que los mismos medios crean y estereotipan equipos, como lo vemos desde la compra del Club América por parte de Televisa, pues este consorcio televisivo se ha inventado una dramatización para volver este club “el malo” de la telenovela (y además de burlón), en contraste, por ejemplo, con lo bueno y noble del Pumas UNAM o lo fiel y sincero del Cruz Azul.
Y es que ser el malo no ha sido una mala estrategia para la ciudad de México (dándoles el estatus de ser la ciudad que el resto del país ama y odia a la vez), ni para el Club América y mucho menos para Televisa. Pues tanto el odio como la admiración en el resto del país hacia la capital de la nación y sus equipos ha contribuido a la reproducción de este drama, además a crear rivalidad en cada ciudad con futbol profesional contra los “Equipos Nacionales”, los cuales siguen siendo los rivales más importantes a vencer dentro del imaginario de futbolistas y aficionados, reproduciendo la importancia del centro, incluso en una forma negativa.
Finalmente, otra arista que influye en este tema es tanto la influencia social y/o familiar de la persona, como por sus consumos culturales y mediáticos, así como sus relaciones tanto personales como de poder. Y esta idea de vivir al club implica una apropiación del mismo para adoptarlo como parte esencial de su vida cotidiana, demostrándole fidelidad al mantenerse como seguidor sin importar el resultado del juego o torneo, tal como lo estamos viendo con el Cruz Azul y sus seguidores veracruzanos hoy en día.