Día naranja: poner fin a la violencia contra las mujeres

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Por Sandra Luz Tello Velázquez

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, determinado por la ONU desde1999. Esta fecha fue elegida en honor a las tres hermanas Mirabal, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana, por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

El Día Naranja es un llamado al cambio, un grito al unísono para exigir un futuro libre de miedo y violencia para todas las mujeres.

La violencia de género es un problema arraigado en la sociedad, alimentado por décadas de desigualdad y machismo. Las consecuencias de este fenómeno son devastadoras, no solo para las mujeres que la sufren, sino también para sus familias y para las comunidades en las que persiste dicha violencia.

La violencia contra mujeres y niñas constituye un ataque extendido a los derechos humanos, persistente y devastador, pues en muchos casos no hay justicia para las víctimas y las agresiones permanecen impunes debido a la mala actuación de las autoridades judiciales o al silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.

Cabe señalar que la violencia de género se manifiesta de forma física, sexual y psicológica, de acuerdo con datos proporcionados por la ONU México, el 43.9% de las mujeres ha enfrentado agresiones por parte de su pareja y el 53.1% sufrió violencia de algún agresor distinto a la pareja.

Es imperativo erradicar la violencia contra las mujeres para construir una verdadera justicia social, por ello se requieren acciones urgentes y coordinadas a nivel global, pues las consecuencias de la violencia de género son devastadoras para la salud física y mental de las víctimas, así mismo limita las oportunidades de crecimiento y perpetúa ciclos de violencia.

Más allá de un día que se pinta de naranja, el llamado es a combatir la violencia contra las mujeres y transitar de la indignación a la acción para forjar un mundo más equitativo, justo, libre de discriminación, desigualdad y violencia.