Denuncian estudiantes a Alejandro Gárnica por presunto abuso de autoridad como Rector del Colegio de Veracruz; los obliga a “rellenar” conferencias que favorecen a Morena

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Estudiantes del Colegio de Veracruz (Colver), en su modalidad sabática, denunciaron al rector Alejandro de la Cruz Garnica por imponer medidas que consideran violatorias de su derecho a la educación, entre ellas la obligación de asistir a conferencias y actividades extracurriculares en horarios de clase.

En un comunicado enviado a medios de comunicación, los estudiantes, que prefirieron mantener el anonimato por temor a represalias, señalaron que el rector les exige participar en eventos organizados por la institución, en los que los invitados suelen estar vinculados a un partido político.

Según los estudiantes, han sido retirados de sus clases regulares para cumplir con estas actividades, y se les ha informado que deben acreditar al menos un 80 por ciento de asistencia a los eventos programados.

Para ello, se les entregó un carnet que debe ser firmado y sellado en cada actividad. «En días pasados se nos hizo saber que, si no cumplimos con el 80% de las actividades, se nos negará el derecho a inscribirnos al siguiente semestre», afirmaron en su comunicado. Según los denunciantes, esta medida no está contemplada en el Reglamento de la Institución.

Además de las imposiciones relacionadas con la asistencia a eventos, los estudiantes también señalaron que algunos de los profesores no cumplen con el perfil académico adecuado, y que su contratación se ha dado por amiguismo.

«Siguiendo la misma línea del anterior rector, Mario Raúl Mijares Sánchez, quien imponía a amigos sin tener experiencia como maestros, el actual rector, Alejandro de la Cruz Garnica, cambió la plantilla docente, beneficiando a personas cercanas a él, como Gerson Uriel Villegas, quien se ha convertido en su asesor de cabecera», declararon.

Los problemas no se limitan a la gestión académica. Según los estudiantes, las instalaciones del Colver no son adecuadas para el desarrollo de sus actividades educativas.

Los salones son pequeños, no cuentan con el equipo necesario y el servicio de internet es limitado, lo que afecta la calidad de su formación. También denunciaron que han sido trasladados de sede sin previo aviso, con el fin de llenar los eventos organizados por la administración.

«Antes tomábamos clases en las instalaciones del Instituto de Administración Pública, pero ahora se nos ha cambiado de lugar para cumplir con los intereses de la administración», explicaron.

Otra de las preocupaciones expresadas por los estudiantes es la prohibición de elegir al Consejero Alumno, una figura institucional encargada de defender los derechos estudiantiles. 

«Buscamos a los medios de comunicación para que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto. El rector ha bloqueado el proceso de elección del Consejero, lo que nos deja sin representación ante la institución», añadieron.