Por Sandra Luz Tello Velázquez
Pita Amor: destino poético, irreverencia, musa y mujer.
Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, célebre por su dominio de la poesía clásica, su aguda inteligencia y su habilidad para expresarse con una mezcla de mordacidad y lirismo. Rompió moldes y desafió normas sociales y literarias, se desenvolvió en una vida bohemia, quedan para la posteridad sus pensamientos provocadores y su poesía poderosa.
Pita Amor construyó un destino textual, que respondía a la manera de llevar su vida en la literatura y a la literatura en su vida a través de la escritura lírica, es decir, materializó el verbo y a la palabra la transformó en mundo.
Guadalupe Amor se transformó en el personaje “Pita Amor”, pues encarnaba a una musa poética que usaba a San Juan de Cruz para cantarle a Dios y al Diablo, sin lugar a dudas una de sus grandes obras fueron las “Décimas a Dios”, pues plasma de manera fascinante la relación que la autora tuvo con lo divino al enfrentarse a Dios con una voz desafiante, a su vez respetuosa y reverente. En dichas composiciones no súplica humildemente, sino que conversa audazmente con la divinidad, cuestionando y retando al ser supremo.
En la autora existían dos personajes en un mismo cuerpo, el primero era Guadalupe Amor, quien escribía al puro estilo del Siglo de Oro con métrica clásica y hablaba de la angustia del alma. En otro plano se encontraba Pita Amor, quien aparecía en películas, en teatro y televisión mientras publicaba sus libros de poesía o se peleaba en épicas batallas con borrachos.
Pita Amor, la undécima musa, se catalogaba mitológica, mientras se sumergía en temas de mortalidad, angustia existencial. Los misterios que la obsesionaban y la atormentaban, sus escritos son un testimonio de su espíritu indomable y su profunda necesidad de entender al mundo que la rodeaba,
Amor afirmaba en algunas ocasiones que su escritura venía de otro lado, como dictada verdaderamente por los seres superiores, pero otras veces parecía no darle importancia al proceso creativo, ya que en algunas etapas de su vida utilizaba registros que le permitieron llegar a la improvisación.
Por otra parte, la escritora no huía del silencio, el tiempo y las pérdidas tejieron el segundo destino textual, pues dejó por completo los escenarios, las pantallas y las publicaciones.
Por último, Pita Amor revolucionó a la poesía y a una época, sus palabras aún son relevantes, sin saberlo motivaba para la reflexión sobre las propias creencias y dudas, se enfrentó con valentía a las grandes preguntas de la vida y se transformó en un personaje literario al estilo de las grandes narrativas.