El Colegio de Veracruz, reducido a “basurero” de la 4T
Por Mónica Camarena Crespo
El Colegio de Veracruz fue fundado en el 2002 durante el gobierno de Miguel Alemán Velasco y fue hasta 2011 que se convirtió en un órgano descentralizado dependiente de la Secretaría de Educación de Veracruz.
Tuvo grandes directores y fundadores, como Francisco Berlín Valenzuela e Ignacio González Rebolledo. Su aporte académico fue siempre reconocido hasta que llegó el gobierno de Morena y partidizo dicha institución educativa, con el impresentable activista de izquierda, Mario Raúl Mijares Sánchez.
Cuando se pensaba que al Colver ya le había sucedido lo peor, Cuitláhuac García a punto de irse por la puerta trasera del gobierno de Veracruz, envia para hacerse cargo del Colegio a un acosador laboral, con denuncias abiertas y con un historial negro.
Alejandro de la Cruz Garnica Fernández fue nombrado encargado de despacho después del cese fulminante de Mijares Sánchez, quién se atrevió a criticar a Cuitláhuac.
Garnica Fernández tiene una muy corta trayectoria laboral como empleado de “cuarta” bajo las órdenes del primo del gobernador, Eleazar Guerrero.
Garnica ha sido el operador nivel 4 del ahora “nuevo rico” Eleazar y sus encargos siempre tienen que ver con apoderarse de puestos, plazas y enriquecerse del presupuesto público, no importa si es grande o es chico, más cuando el sexenio está a punto de culminar.
Garnica en sus sueños más locos, aspiro a ser diputado local por Orizaba, realizó precampaña a costa del erario público, utilizando vehículos oficiales y viáticos del Cobaev, en su esquizofrénico deseo de elevar su nivel, después de que hasta hace pocos años se desempeñaba como chofer de Eleazar Guerrero.
Igual que a la mayoría de los operadores de Eleazar le tomaron el pelo y Garnica como los demás, se quedó como el chinito “nomas milando”, como su jefe era el único que sería premiado con fuero.
Después de haber sido director administrativo del Cobaev y dejar una estela de malos manejos, pero sobre todo, un sinnúmero de despidos injustificados, acosos laborales y denuncias abiertas, Garnica fue enviado a Sefiplan como administrador, pero de los intereses de Eleazar Guerrero.
En Sefiplan Alejandro Garnica ya era incómodo, la gente de confianza de Rocío Nahle quienes ya toman las decisiones en esa dependencia, optaron por el despido en medio de señalamientos de presuntos actos de corrupción.
El colmo es que con el despido de Garnica (el cómplice) de la Sefiplan, los “grandes cerebros” cercanos a Cuitláhuac García, aconsejaron ubicar al pequeño funcionario en el Colegio de Veracruz, como si se tratara de una oficialía de partes.
Pobre Colegio de Veracruz, hasta hace algunos años una institución educativa reconocida a nivel nacional, ahora reducida a un “basurero” de despojos de la 4T.
Ágora
Por cierto, el nuevo edificio del Cobaev se cae a pedazos y se confirma que es un homenaje a la corrupción, pues los materiales de “cuarta” ya salen a la luz. Alguién quedó “forrado” de billetes con esa obra y no es el director quién es mero adorno en esa institución.
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