La madre de todas las batallas
Por Mónica Camarena Crespo
Frenar la reforma al Poder Judicial es quizás la madre de todas las batallas en este momento.
La lucha que ya iniciaron trabajadores del Poder Judicial en defensa de la autonomía y acusando simulación en los foros, es digna de reconocer, aplaudir y hasta unir a otros sectores para que coadyuven en esta batalla.
Quienes trabajan en el Poder Judicial quieren ser escuchados, con razón, alegan que la mayoría se preparó a conciencia para ser parte y no aceptan que se elija por sorteo a jueces y magistrados, una aberración que todos, salvo los soldados-empleados del presidente insisten en imponer.
La reforma al Poder Judicial es un tiro de gracia a uno de los tres poderes en el país. Morena con una sobrerrepresentación (casi inminente) en el Congreso de la Unión, pretende la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal por un órgano de administración judicial y un Tribunal de Disciplina Judicial independientes de la SCJN.
También buscan someter a elección popular los cargos de ministros de la Corte, magistrados de circuito, jueces de distrito, magistrados electorales e integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial, pero también se habla de la tómbola de la ignorancia.
La reducción del Pleno de la SCJN, de 11 a 9 ministros, y desaparecer las salas; reducir el periodo de magistrados del Tribunal Electoral de nueve a seis años, también para que coincidan con la gestión presidencial.
Todos los cargos judiciales: ministros, magistrados y jueces, se renovarían en una elección extraordinaria a celebrarse en 2025, no se sabe a ciencia como podría ser posible.
El plan “C” de López Obrador va viento en popa y ahora con el apoyo irrestricto de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, no hay viraje ni esperanza.
La lucha de los trabajadores del Poder Judicial, al que se espera se unan jueces y magistrados de todo el país, debe ser la lucha de todos los mexicanos.
De concretarse la reforma del Poder Judicial en septiembre, se aseguraría la captura y la partidización de la judicatura. Sería un “golpe de Estado” técnico contra uno de los poderes en México. Y el camino hacia una Venezuela cada vez es más una pesadilla posible.
Ágora
A pesar de las declaraciones de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum respecto a que los derechos de los trabajadores del Poder Judicial no serán afectados, los líderes que encabezan el paro, reiteraron que con la reforma al Poder Judicial no sólo se verá afectada la carrera judicial, sino que además se eliminarán los fondos y los fideicomisos. Alguien tiene datos equivocados.
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