Quebradero

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Un lamentable deslinde

Por Javier Solórzano Zinser

La distancia y hasta cierto punto el desdén que tiene el Presidente hacia la UNAM podría extenderse a las instituciones de educación superior sin importar si son públicas o privadas. Las críticas han ido de la mano de observaciones a lo que según él han dejado de hacer las universidades.

El Presidente añora un modelo de educación superior que para entenderlo habrá que contextualizarlo en las sociedades de los 60 y 70. La Guerra Fría era el factor para el desarrollo o no de cualquier país. Su pertenencia a uno u otro bloque exigía adecuarse a uno de los dos grandes bloques.

La educación superior, particularmente en el área de las ciencias sociales, se vio inevitablemente influida por todo ello. Las doctrinas sociales, altamente ideologizadas, se seguían dentro los terrenos de la militancia pasando a menudo a segundo plano los procesos de enseñanza-aprendizaje integrales.

Muchos elementos en diferentes áreas de conocimiento de las ciencias se enquistaron y ciertamente en algunos casos terminaron por responder a los dictados de los regímenes que tomaron nuevas dimensiones a partir de la caída del Muro de Berlín. Por más obvio que sea, el mundo cambió y en algunos casos para bien y en muchas otros continúan bajo cuestionamientos en las aulas universitarias.

Sin embargo, en medio de los dramáticos cambios prevaleció la crítica y la pluralidad particularmente en la UNAM. La Universidad nunca ha dejado de ser el eje del pensamiento crítico y propositivo de la sociedad. Ha sido y es formadora de cuadros que son fundamentales para el mercado de trabajo, divulgadora de la ciencia y la cultura y el mayor centro de la investigación científica en nuestro país.

Señalarla como parte del neoliberalismo con la intención de desacreditarla es perder de vista lo que cotidianamente hace la Universidad. Si bien ha pasado por muchos problemas debido a que su espíritu liberal provoca ser centro de innumerables provocaciones, mantiene una convicción democrática y plural la cual es asumida por el personal y los estudiantes como parte fundamental de su ejercicio laboral y escolar.

La UNAM es una caja de resonancia y es una extraordinaria productora de conocimiento. Sus publicaciones en todas las áreas son referente y materia básica para el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En la UNAM se producen una gran cantidad de documentos que tienen que ver con la dinámica nacional. Cualquier asunto que coyunturalmente resulta importante sus investigadores no lo dejan pasar y tratan a través del conocimiento y la investigación de explicarlo a la sociedad ofreciendo caminos para entender muchas cosas que escapan a nuestro conocimiento.

Bajo estas consideraciones el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM hizo un muy atendible análisis sobre la reforma judicial propuesta por el Presidente. La reacción de López Obrador vino a confirmar que no quiere atender la crítica a la cual no voltea a ver y señala sin siquiera revisar a detalle lo que en este caso se plantea a través de 20 diferentes trabajos sobre el tema.

En lugar de que el Presidente viera el estudio como un elemento para fortalecer y enriquecer su propuesta se dedicó de nuevo a cargar de adjetivos a la UNAM de manera inopinada. La reacción muestra el desdén al conocimiento sólo porque las conclusiones del estudio son críticas a la propuesta de reforma.

A esto se sumó la reacción fuera de lugar de las autoridades de la UNAM pintando su raya al estudio, lo que los puede obligar a que a partir de ahora cada vez que se haga un trabajo producido por la Universidad que incomode al régimen tenga que seguir el mismo camino de pintar la raya.

RESQUICIOS.

La razón por la que EU ha dejado de importar aguacate es por un asunto de seguridad de sus inspectores, según las autoridades del vecino país y de su embajador. No es un asunto electoral. Lo que padecieron los inspectores es una versión menor de lo que padecen los productores de aguacate.