Quebradero

Share

Simulación o va en serio

Por Javier Solórzano Zinser

Lleva mucho tiempo el Presidente señalando al Poder Judicial. Ha sido su tema en un buen número de mañaneras, a menudo cargado de lugares comunes con severas críticas buscando permear entre sus millones de seguidores la inoperancia del Poder Judicial.

Por las razones que se quiera, el Presidente no pudo o no quiso llevar a cabo la reforma al Poder Judicial al inicio de su mandato. La lógica indicaba que era el momento porque tuvo una contundente votación y tenía una capacidad de maniobra real para hacer los cambios.

Seguramente visualizaba que no iba a ser sencillo que aprobaran la reforma. La razón es porque iba a encontrar una gran oposición dentro de muchos actores del Poder Judicial, político y social que le podrían impedir el cambio como lo quería. Por más que tuviera la capacidad de maniobra, hablar de elegir por voto directo a jueces y ministros de la Corte resultaba seguramente difícil de digerir, y a sabiendas de ello optó por construir el camino en el que estamos ahora.

Optó por otro momento y para ello, como hecho simbólico, colocó el 5 de febrero de este año para dar a conocer lo que en el fondo es el principio de una nueva Constitución.

La consolidación de su Gobierno le permitió enviar una serie de reformas bajo el llamado Plan C, el cual hace algunos meses se veía difícil de alcanzar, pero ahora es una realidad; el objetivo de consolidar a futuro su proyecto se consolidó en las urnas.

Las cuentas no le fallaron. Fue diseñando escenarios, los cuales le salieron, suponemos, casi como los imaginó. Claudia Sheinbaum fue su candidata, ganó con contundencia, se llevó la mayoría calificada en el Congreso, (en el caso del Senado será cuestión de convencer a tres o cuatro legisladores de la oposición), y además tuvo un triunfo contundente en todo el país.

Si bien el voto fue contundente por Claudia, es evidente que termina por ser la combinación de varios factores, entre los cuales el Presidente es elemento fundamental.

Su narrativa sexenal en la materia ha sido clave para entender que la reforma va o va. Estos días presionó a la futura Presidenta para que se aprobara en septiembre la reforma al Poder Judicial al tiempo que se apurara una consulta, le podemos adelantar que no cambiará el sentido de lo que el Presidente quiere.

Claudia Sheinbaum ha tratado de tomar estos días la iniciativa, pero el Presidente parte de que ya está debatido el tema y que tiene que ser aprobado en septiembre.

La futura Presidenta se ha tenido que ir adaptando a lo que el Presidente quiere hacer en septiembre, el mes de jolgorio legislativo, quizá para dejar que sea López Obrador quien firme la reforma y así cumpla uno de sus grandes objetivos.

La clave ahora está en que, a sabiendas de que la consulta sobre la reforma terminará en los términos en los que quiere el Presidente, lo importante será si en verdad podría tener variantes tomando en cuenta que diferentes actores del Poder Judicial han planteado su deseo y convicción por participar en la consulta.

No se aprecia una voluntad de querer escuchar para transformar. Da la impresión que están ante un trámite que justifique su decisión. Morena va a ser el que organice la consulta, lo cual de entrada es cuestionable por el inevitable sesgo que puede tomar el proceso.

Por encima de cualquier elucubración, estamos ante la necesidad de transformar el Poder Judicial, pero también ante la necesidad de que los principales actores del proceso judicial participen, sean escuchados y puedan influir en la decisión.

Lo importante, una vez más, estará en no sólo escuchar sino en tomar en cuenta que mucho tiene que decir el Poder Judicial en su conjunto.

RESQUICIOS.

El nombramiento como rector de UCLA, una de las universidades más prestigiadas en EU, confirma el reconocimiento internacional del Dr. Julio Frenk. Es el mismo que encabezó la investigación sobre el lamentable manejo del Covid en México, trabajo que acusaron de insuficiente y politiquería.