El poder de la Marea Rosa
Por Mónica Camarena Crespo
Alrededor de 100 mil personas de manera voluntaria llegaron al Zócalo de la Ciudad de México el pasado domingo a pesar de toda una estrategia desde Palacio Nacional para impedir la concentración.
Se trata de un fenómeno social sin antecedentes inmediatos, es la Marea Rosa, la ahora poderosa Marea Rosa en defensa de la democracia.
La del pasado 19 de mayo fue la cuarta movilización de este tipo que se lleva a cabo en la Ciudad de México por el Frente Cívico Nacional y organizaciones de la sociedad civil, que se pintó de rosa como color emblema.
Pero este movimiento ciudadano incluye a miles que se manifestaron desde distintas ciudades del país y el extranjero, el mismo número de ocasiones; es sin lugar a dudas una poderosa respuesta al rechazo del actual gobierno, que en 2018 arrasó en la urnas a través del partido Morena, pero sobre todo llevando al frente a Andrés Manuel López Obrador.
La Marea Rosa ciudadana podría hacer la diferencia el próximo 2 de junio, podría consolidar el cambio, el pase de salida de Morena y el golpe de timón para rescatar a un México dividido, con mucho miedo, con más pobres y una delincuencia tan organizada como empoderada.
Pero la Marea Rosa no se puede perder vista, se traduce en votos en contra del partido en el gobierno y de sus candidatos; los acarreos que habrá en el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum en el Zócalo, confirmaran que la gente acude -en su mayoría- obligada. Y es ahí cuando no del todo se pueden contabilizar votos.
El pasado domingo vimos y escuchamos como con gritos de “fuera Morena” y “presidenta, presidenta” a Xóchitl Gálvez, los aproximadamente 100 mil asistentes al Zócalo, clamaron por más democracia en el país, criticaron en forma severa al presidente por debilitar a las instituciones autónomas y dividir con un discurso permanente de odio.
Lo que se refrendó el pasado domingo le quedó muy claro a la mayoría de este país, no así a quien gobierna desde su “Palacio” y se adueña y regatea la bandera de todos los mexicanos. Ya se verá el 2 de junio está sacudida ciudadana que ya alzó la voz como nunca antes.
Ágora
Hablar de fraude electoral cuando presumes 25 puntos arriba, es incongruente e inverosímil. El tema es de análisis psicológico por aquello que las encuestas reales empiezan a cerrar porcentajes entre la primera y la segunda.
El tercero no existe, es el esquirol de “cuarta”.
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