Por Ruby Soriano
El Poder Judicial estará en la lupa luego que la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, emprendió una investigación al mandato de su antecesor Arturo Zaldívar y de su grupo cercano, quienes habrían cometido actos indebidos y presión en contra de jueces y ministerios públicos, para favorecer resoluciones sugeridas desde el Poder Ejecutivo que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La investigación de la ministra presidenta llega en un momento clave de la elección presidencial en el país, donde su antecesor forma parte del equipo de campaña de la candidata morenista a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum.
Esta investigación ratificada por la ministra Piña pone en la lupa a personajes claves como Julio Scherer, ex consejero del mandatario AMLO y a Arely Gómez, ex contralora del Consejo de la Judicatura y quien actualmente fue nombrada como titular de la Auditoría Superior de la Federación.
Con la investigación ratificada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ministra Piña propone exhibir los contubernios con el Poder Ejecutivo y la vulnerabilidad a la autonomía de un Poder Judicial en tiempos de Zaldívar, quien recibía llamados y “sugerencias” presidenciales para actuar en consecuencia.
Ha sido el propio mandatario Andrés Manuel López Obrador quien ha reconocido en numerosas ocasiones “las llamadas” al entonces ministro presidente Arturo Zaldívar para “sacar adelante” algunos temas que el mandatario consideró requirieron de un empujón de la Corte.
La acción de la ministra Norma Piña en su calidad de Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es más que trascendente por dar cauce a una investigación que seguramente puede resultar una bomba para todos los involucrados, tomando en cuenta que el hoy ex presidente de la corte (Arturo Zaldívar) está con Claudia Sheinbaum.
El destape de esta investigación implica un escándalo en el Poder Judicial y promete ventilar esa pérdida de autonomía que en tiempos de Zaldívar enfrentó la Corte.
La llamada Reforma Judicial impulsada por el Ejecutivo donde se pretende elegir a jueces y magistrados por voto popular, es una abierta provocación para restarle autonomía a un poder que hoy representa una gran incomodidad para el mandato presidencial.
Lo que saltará en las próximas semanas resultado de esta investigación advierte quizá serios escándalos de corrupción donde puedan brotar más nombres cercanísimos al primer círculo del mandatario López Obrador.
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