Parque Juárez

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Se va “amurallado”

Por Mónica Camarena Crespo

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ese que tantos años “luchó” por llegar al máximo poder del país, termina su último año de gobierno “amurallado” y con una puerta derribada en el Palacio Nacional que siente suyo.

Este 8 de marzo nuevamente AMLO ordenó el resguardo de Palacio Nacional, donde vive, con fuertes murallas como ha sido su estilo ante las protestas de mujeres que no han sido escuchadas, menos atendidas.

López Obrador no dejó de estar en campaña mientras, el país se hunde en medio de la más escandalosa corrupción y saqueo a mansalva por parte de su más íntimo círculo, sus hijos.

Hace dos años con motivo del Día de la Mujer, escribíamos en este mismo espacio: “El discurso de odio diario desde Palacio Nacional genera la necesidad de ir construyendo vallas y muros mucho más fuertes; la violencia crece con espasmo en el país, los grupos delincuenciales hacen lo que les pega la gana, nadie se mete con ellos, reciben “abrazos, no balazos”. Todo sigue igual.

Hace dos años también apuntábamos: “Pero las murallas, aunque sean retiradas después del 8M quedarán por siempre en la mente de las mexicanas y mexicanos de bien. Las murallas de la 4T simbolizan el doble discurso de los que aseguraban abanderar la libertad, la democracia, la paz y el humanismo”. Todo sigue igual.

Decíamos: “La muralla que rodea a Palacio Nacional simboliza la obnubilación del poder, el patriarcado, el racismo, egoísmo y todo aquello que rechazaban en campaña quienes hoy gobiernan y que se presumen diferentes”. Todo sigue igual.

No han cambiado una coma del libreto de este mal gobierno, la puerta que derribaron los dolidos por los desaparecidos de Ayotzinapa también quedará en la memoria de una fallida transformación.

Con la bandera de Ayotzinapa se alzaron, pero con una puerta derribada se cayeron.

El gobierno de AMLO sigue debiendo y mucho a las mujeres de este país bañado en sangre. Miles de desaparecidas, cientos de feminicidios, violencia política en razón de género exacerbada por el propio presidente, podrían convertir al primer gobierno de Morena en el más letal para las mujeres.

Ágora

Cuando Cuitláhuac habla, Rocío tiembla. Dicen por ahí que el que cobra de gobernador más le valdría quedarse en su oficina y alejar reflectores, pues de lo contrario podrían inventarle una tarea en el gobierno federal para que se vaya antes de que finalice su mal sexenio. Ya no lo aguantan.

X: monicamarena