Parque Juárez

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Por los vástagos de la corrupción, la distracción

 

 

Por Mónica Camarena Crespo

 

El manual de Andrés Manuel López Obrador registra solo algunos ajustes de última hora, producto de los escándalos de corrupción que lo inundan a él y toda su familia, en especial a tres de sus hijos.

Uno de los primeros descubrimientos periodísticos, fue la Casa Gris de José Ramón López Beltrán y su vida de lujos en los Estados Unidos, vía empresas favorecidas con contratos de Pemex. Eso ya parece juego de niños hoy en día.

De los despilfarros del “sin quehacer” José Ramón, se destapó una cloaca profunda con “Andy” el segundo hijo del presidente, Andrés Manuel López Beltrán y quién se erige como el “coordinador general” de una red de prestanombres que son favorecidos con obras, puestos y adquisiciones millonarias. Todo documentado por suerte, con las valientes investigaciones de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y el medio de comunicación Latinus.

Lo último más novedoso es la aparición a escena del tercero de los hijos de AMLO, el discreto Gonzalo López Beltran a quién le acaban de descubrir una misma afición familiar, como es la intermediación, vía prestanombres para obtener jugosas ganancias inflando el precio casi al doble de materiales que se utilizan para la costosa obra “fracaso”, el Tren Maya.

Pero como si todo eso no bastará, apenas nos enteramos que el presidente tiene a un personaje consentido desde que arrancó su periodo y se instaló en su Palacio. Se trata de Daniel Asaf,  un empresario de origen libanés que participó en la campaña presidencial de López Obrador, hace ya casi seis años

Una vez que AMLO llegó al poder, Daniel Asaf se convirtió en el coordinador de enlace institucional que cuidaría al actual presidente, sin embargo, su lealtad y confianza, le valieron un ascenso en el cargo.

Es tal la cercanía, que Asaf viaja a cada evento, reunión o gira que realiza AMLO por el país. La última investigación de Latinus, sugiere que Asaf, no solo es la mano derecha del mandatario, sino que fue el “maestro” en la red de tráfico de influencias que lideran Andy y Gonzalo, porque lo de José Ramón es pasarla bien.

Presuntamente, el jefe de Unidad de AMLO fue quién les mostró el camino a Andy y Gonzalo para que pudieran beneficiar a sus amigos con contratos millonarios, como el ahora tristemente célebre Amílcar Olán.

A través de una serie de audios, se escucha a Amílcar Olán explicar cómo Asaf funciona como el enlace de la red de negocios y tráfico de influencias en la que participan Andrés y Gonzalo López Beltrán.

Y es que con la intermediación de Asaf, Amílcar puede negociar y hablar directamente con funcionarios de primer nivel del gobierno de López Obrador.

AMLO, MAL Y DE MALAS

Ante el escándalo de corrupción de los hijos del presidente con su obvia anuencia, el inquilino de Palacio Nacional ha decidido desviar la atención con propuestas incoherentes, desesperadas y hasta preocupantes.

La última, es su deseo más ferviente de desaparecer todos los organismos autónomos, esos que pueden confirmar la corrupción familiar y más cosas.

A través de iniciativas al legislativo que sabe de antemano que no pasaran, busca la distracción y el pretexto para seguir atacando a todos.

CONTINUIDAD MALÉFICA LA QUE OFRECE CLAUDIA

La candidata presidencial de Morena impuesta por López Obrador, está convencida que al ofrecer continuidad logra más aceptación. Sin embargo, el votante pensante tomará una decisión de manera anticipada con el desastre de país que está dejando la mal llamada cuarta transformación.

Por suerte, cada vez son más los que se suman al rechazo de un gobierno que no cumplió y que lo único que aumentó, fueron las prácticas corruptas que aseguró iban a acabar.

AMLO está desesperado, la corrupción carcome a su familia y sus hijos, ahora estandartes de la peor escoria que rechaza el pueblo, el lodo los va a ahogar muy pronto.

 

X: monicamarena