Hasta siempre Amparo Rubín
Por Leticia Perlasca Núñez
Tuve la enorme fortuna de contar con la amistad de María Amparo Rubín Tagle, conocida como Amparo Rubín. Un ser que desbordaba a diario su talento, no solo en la música.
A manera de homenaje debemos recordar que Amparo desde pequeña sintió el llamado de la música, y cuando contaba con apenas 11 años compuso su primera canción, En la arena, la cual fue grabada por Lupita D’Alessio.
Fue en Puebla, su ciudad natal, donde cursó los primeros semestres de Comunicación y, más adelante, estudió Letras Españolas durante tres años y tomó talleres de Literatura y Filosofía, además de clases de guitarra.
Decide irse a la Ciudad de México para consolidar su carrera musical, la cual, tenía un exitoso destino.
Amparo Rubín no sólo se desempeñó como compositora y cantante, sino también como representante artística y coordinadora de talleres de composición en los que destacó por su creatividad e innovación en conceptos para la enseñanza. Esta innovación la llevó a crear un método para que cada personaje tuviera un tema en las telenovelas; la primera fue Vivir un poco.
A raíz de su muerte, como compositora la ligaron de inmediato con un tema muy popular, por demás exitoso: “Corro, vuelo, me acelero”, sin embargo, Amparo Rubín creó canciones que ya se inscriben en el catálogo obligatorio de México.
Sus temas Compás de espera, Víctima o ladrón y Ni antes ni después, obtuvieron primero, segundo y tercer lugar, respectivamente, en distintos certámenes del Festival OTI.
Amparo Rubín puso en alto el nombre de México al participar en concursos del extranjero tales como el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en el que fue tercer sitio con A quién voy a culpar; el Festival Internacional de la Canción de Puerto Rico, en donde fue segunda posición con Puedo hablar de soledad y tercera con Pánico; el Festival Internacional de la Canción de Trujillo, en Perú, en el que Coplas a mi vida conquistó el primer sitio, además de que Vendedor de esperanza y Tus dedos en mi piel se llevaron otros lugares destacados, y el Festival Internacional de Alcobendas, España, en el que se llevó la primera posición por En la arena.
Recibió tres Arieles, el máximo galardón que otorga la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, por la música de fondo de las películas Goitia, Playa Azul y Kino. En 2006 la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) le otorgó el reconocimiento Trayectoria 25 Años por su carrera como compositora, trabajo autoral por el cual cosechó múltiples distinciones alrededor del mundo, así como diversos diplomas y preseas en México y Estados Unidos por su actividad como productora.
Hasta siempre Amparo, vuela alto con las notas musicales que siempre te acompañaron.
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