Con tres votos a favor y dos en contra, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló darle «manga ancha» a la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, para que designe en la Secretaría Ejecutiva a un encargado de despacho.
Dicho proyecto fue presentado por la nueva presidenta del TEPJF, Mónica Soto Fregoso, quien a finales del año pasado encabezó una asonada que terminó con la renuncia del anterior titular del organismo, y que antes de eso se reunió con el representante de Morena ante el INE, Sergio Gutiérrez Luna.
Con su aprobación, los encargados de despacho actuales -algunos cuestionados por su cercanía con la 4t o por no tener experiencia electoral-, así como los directores que sean designados por la presidencia, podrán seguir en el ejercicio de las funciones hasta la conclusión del proceso electoral.
Según Mónica Soto, su propuesta es acorde con lo estipulado en la legislación electoral y la Constitución que contempla, dijo, las “facultades discrecionales de la presidencia de órganos electorales”.
«Existe una facultad discrecional otorgada a la presidencia para que proponga al Consejo General a la persona que estime idónea, garantizando la posibilidad de que cualquier persona que cumpla con los requisitos exigidos legalmente pueda ser propuesta y en efecto, tratándose de la Secretaría Ejecutiva la persona que presida el INE puede someter a la consideración del Consejo General la propuesta correspondiente sin más limitaciones que el cumplimiento de los requisitos previstos en ley», defendió.
La magistrada Janine Otálora Malassis manifestó su voto en contra al resaltar que el Instituto Nacional Electoral (INE) es un organismo constitucionalmente autónomo que tiene como órgano máximo de dirección a un Consejo General integrado por las 11 consejerías.
«La titularidad descansa en un colegiado y no en una figura unipersonal, como puede suceder en otros órganos. Y ésta es una decisión que adoptó el propio constituyente permanente al momento justamente de idear el diseño sobre el que se edificaría esta autoridad y la colegialidad implica un ejercicio responsable y corresponsable de las diversas atribuciones que se tiene en el seno de un organismo», enfatizó.
Refirió que la propuesta de Soto atenta contra el profesionalismo que ha caracterizado a los funcionarios que ocupan cargos directivos en el INE.
«La democracia exige de demócratas y eso no sólo implica a los partidos políticos, sino también a quienes integramos órganos colegiados, y particularmente a aquellos de velar por la legalidad y constitucionalidad del proceso electoral», remarcó.
«Tampoco comparto la posibilidad de quienes ocupan actualmente las encargadurías puedan permanecer en el encargo hasta en tanto concluya el proceso electoral. Estimo que esto viene justamente a demeritar lo que ha sido la fuerza del Instituto Nacional Electoral en cuanto a sustentarse en un servicio profesional», aseveró.
Los otros magistrados que acompañaron el golpe al TEPJF en diciembre, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata, votaron junto con Mónica Soto a favor del proyecto.