De enero a octubre de 2023 se detectó un incremento de 162 por ciento en las tomas clandestinas de gas en el estado de Veracruz, de acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos reportadas por Reforma.
Según el informe, se detectaron mil tres tomas clandestinas en los primeros 10 meses del año pasado, contra las 382 encontradas en el mismo periodo de 2022. Cuatro de cada diez «piquetes» hallados a gasoductos en México se reportan en la entidad veracruzana.
Los municipios que concentran la mayoría de las tomas clandestinas son Tierra Blanca José Azueta, Juan Rodríguez Clara, Isla, Chacaltianguis, Tres Valles, Cosamaloapan, Amatlán de Los Reyes, Cuichapa, Acayucan y Omealca, de acuerdo con los registros de la Gerencia de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo de Pemex.
Una fuente de Seguridad Física de Pemex explicó a Reforma que «en Veracruz ya se formó, en vez de un Triángulo Rojo, como el que había en Puebla, un Corredor Rojo donde los huachicoleros pican todo el sistema del gasoducto Cactus-Guadalajara en el tramo que va de José Azueta a Omealca. Y el problema ya comprometió a Oaxaca, ahí está ahora el gran foco de los desvíos de Gas LP».
Pero desde octubre pasado, Veracruz rebasó a Puebla para colocarse a la cabeza del “gaschicol”, con la localización de 670 tomas clandestinas del gas doméstico.
Cuestionado al respecto, el gobernador Cuitláhuac García, admitió que «muchos» huachicoleros de gas llegaron a Veracruz por un “efecto cucaracha”, luego de que en Puebla reforzaran la vigilancia. Pero según él, ante el incremento a mediados del 2023 comenzaron a actuar y lograron “reducir” la incidencia.
«Hicimos un análisis y aquí lo comenté en una conferencia de prensa, sucedió que hicieron un refuerzo en Puebla y muchos, en este ‘efecto cucaracha’, se empezaron a ir hacia Oaxaca y Veracruz en esas colindancias, y a operar con Sedena, la seguridad de Pemex y nosotros empezamos a bajar (sic)”, señaló.
Para el mandatario, hay una consigna en el manejo de la información sobre estos temas para “golpear” al gobierno federal y estatal por la temporada electoral.
“¿Y por qué no dicen que así estaba y que ahora se bajó? Es muy diferente los casos de huachicol ahora que con los de mediados del año pasado. Ustedes lo saben muy bien, lo puede presentar de varias maneras, dependiendo de hacia dónde quieras dirigir tus baterías, al reconocimiento de que ha bajado, a la intención de querer golpear, diciendo ‘todavía hay huachicol’, ‘no han podido acabar con el huachicol’. Ésa es la intención. ¿Cuál es la intención ahorita? pues que estamos en época electoral», dijo.