Espejismo y abuso en los acarreos de la 4T
Por Mónica Camarena Crespo
En Veracruz cientos de funcionarios del gobierno del estado están desbocados en los acarreos para los actos masivos que les ordenaron organizar a Rocío Nahle, es una suerte de ver quién logra desviar mayor recurso del erario.
La oriunda de Zacatecas ojalá esté consciente que ningún favor le hacen con los acarreos de burócratas y principalmente del sector magisterial, quienes en lo “oscurito” comentan lo hartos que están que los obliguen a llenar salones, auditorios y calles.
Hay quienes registran todo, graban y en su momento, cuando la amenaza latente de despido se difumine, entonces darán a conocer el descaro con el que los utilizan de manera humillante e ilegal.
Los “cuatrotes” en Veracruz, como principiantes en el poder, creen que serán eternos, pues incluso obligan a los empleados a poner dinero de sus bolsillos, principalmente cuando los llevan como “borregos” a ciudades lejanas.
Ni en los peores tiempos del PRI se vio este acarreo, con mucho dinero de por medio y un espejismo electoral que les podría costar caro en las urnas.
Rocío Nahle debería medir la cantidad de actos que le tienen que llenar, sacar cuentas de lo que cuesta a las arcas públicas y rediseñar una estrategia menos populista y manejada por los “neandertales” que se “formaron” con Cuitláhuac García y sus parientes.
Arrancar siendo realista no le caería mal a la zacatecana, quién debe estar clara que en la entidad es una perfecta desconocida y que su trabajo en la refinería que no refina en Dos Bocas en el estado de Tabasco, no le importa en lo más mínimo a los veracruzanos.
Las campañas formales aún no inician y los empleados del gobierno de Veracruz ya están muy cansados y enojados con la 4T; no lo van a expresar a sus mandos superiores, pero tal vez a la hora de votar demuestren su profundo descontento.
Ágora
A ningún partido le alcanzan las candidaturas para premiar a quienes se quedaron en el camino, más cuando los dirigentes nacionales se están sirviendo con la cuchara grande, pero muy grande, si no que le pregunten a “Alito”.
@monicamarena