Por Raúl Arias Lovillo
Mucha razón tiene la senadora de la República Xóchitl Gálvez Ruiz cuando destaca que en nuestro futuro próximo “el poder político en México se debe ejercer de manera transparente, democrática y horizontal”. Estos principios retratan muy bien su aspiración para cambiar nuestra realidad nacional. Ha llegado la hora de comprometernos todos para cambiar la corrupción, el autoritarismo y la autocracia que han caracterizado al sistema político mexicano, pero sobre todo en los últimos años de gobierno de Morena. No es una tarea exclusiva de Xóchitl Gálvez, ni siquiera del Frente Amplio por México (FAM), sino un compromiso de la ciudadanía para apoyar esta profunda transformación.
El compromiso ciudadano no se agota depositando masivamente el voto en las elecciones de 2024 a favor de Xóchitl Gálvez, si realmente queremos construir otro país y no volver a repetir los funestos años de gobierno de Morena todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad para cambiar las cosas.
Xóchitl Gálvez utilizó su último día en funciones en el Senado mexicano, antes de solicitar permiso para ausentarse y atender sus responsabilidades como coordinadora nacional del FAM, para presentar la iniciativa de construir un gobierno de coalición en nuestro país.
Celebro la visión y la altura de miras de Xóchitl Gálvez, no solo se trata de que sea presidenta sino una jefa del poder ejecutivo que transforme realmente a México: “La figura de gobiernos de coalición oxigenará nuestra democracia. Garantizará que todas las expresiones de nuestra pluralidad se puedan manifestar con tolerancia y en un auténtico Estado de Derecho. La figura de gobiernos de coalición está hecha para que los ciudadanos sean los verdaderos soberanos y quienes vigilen y auditen a la autoridad. Con los gobiernos de coalición se terminan los gobiernos de una sola persona y se instaura el gobierno republicano que debemos ser”.
En la iniciativa presentada por Xóchitl Gálvez, se destacan tres aspectos importantes de un gobierno de coalición: primero, con la corresponsabilidad de los partidos que integran una coalición se resuelven los problemas que se enfrentan con un gobierno dividido; en segundo lugar, asegura el cumplimiento de las demandas ciudadanas, garantizando que a los cargos de responsabilidad lleguen los mejores perfiles; tres, convierte a la plataforma electoral del gobierno de coalición en el programa de gobierno.
Esto no se dará automáticamente. Tradicionalmente los partidos no han tenido una vocación democrática. Siempre han mostrado reticencias para integrar las propuestas ciudadanas a los programas de gobierno. Y no digamos de sus reservas para incorporar ciudadanas y ciudadanos sin partido al gabinete de gobierno. Sin embargo, hoy vivimos tiempos en los que la sociedad sanciona los acuerdos cupulares, se exige a los partidos diálogo abierto y transparente. Por ello, hoy más que nunca resulta trascendental la participación y el compromiso ciudadano para cambiar nuestra deplorable realidad.
Se tiene que reiterar que en el caso de Veracruz el FAM debe pactar algunos acuerdos fundamentales para nuestro futuro.
1.- Integrar un gobierno con mujeres y hombres de probada honestidad y capacidad profesional.
2.- Construir un programa de gobierno que atienda las necesidades más sentidas de la ciudadanía veracruzana. Este programa debe contener el perfil de desarrollo de las áreas estratégicas. Particularmente, urge incorporar todos los temas de un gobierno electrónico y el uso de herramientas digitales en la gestión pública (big data e inteligencia artificial).
3.- Aprobar las líneas más importantes del presupuesto vinculado al ejercicio del programa de gobierno.
4.- Incorporar en toda la administración pública un programa de servicio social de carrera con reglas muy claras para su cumplimiento.
5.- Institucionalizar transparencia y rendición de cuentas en todas las áreas de gobierno, así como construir un sistema de indicadores para medir los progresos programáticos.
Aprovechemos la coyuntura política actual, no solo para salir de la crisis sino para construir las bases de un gobierno que garantice la participación plural y asegure la gobernanza. Si la ciudadanía se compromete a salir a votar, a votar por un cambio urgente de Morena en el gobierno y se empeña en transformar la miserable realidad que vivimos, seguramente tendremos un Veracruz próspero y seguro en el futuro. Insisto en que esta no es una tarea exclusiva de los partidos políticos sino de toda la sociedad. La construcción de nuestro futuro está en nuestras manos.