La candidata del régimen
Por Mónica Camarena Crespo
La farsa desde inicio por parte del partido Morena para definir a su candidato presidencial, culminó ayer con la exhibición por parte de Marcelo Ebrard, del “cochinero” en que se convirtieron las encuestas a través de votos en las urnas, de acuerdo a su versión.
La pantomima a imagen y semejanza de la cargada del viejo PRI, exhibió el “dedazo” desde Palacio Nacional y la burla a los demás aspirantes presidenciales, quienes hay que decirlo, se prestaron al juego perverso con tal de recibir premio de consolación.
Claudia Sheinbaum llega con descrédito como la abanderada consentida de Morena; ni siquiera el bastón de mando le dará credibilidad como una candidata impuesta y a la que se le ha invertido muchísimo dinero (público).
Marcelo Ebrard revienta el proceso interno con pruebas del “cochinero” y descalifica a los árbitros de cuarta en que se convirtieron el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado y el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, quién por cierto, debería atender su responsabilidad en aquel estado del norte en lugar de andar en la “grilla” de partido, salvo que haya pedido licencia de ley.
BASTÓN DEL “NO MANDO”
El anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador para entregar el bastón de mando a quién encabece la candidatura anticipada a la presidencia por Morena, busca apuntalar a una candidata débil y sin carisma; el mensaje es para su base social, esa que le cree todo.
AMLO seguirá al mando de todo, será ahora el presidente y el candidato por las carencias en términos de popularidad de Claudia Sheinbaum, la del apellido menos atractivo para el pueblo en general.
Claudia acatará órdenes, seguirá hablando del presidente a diario, replicará todo lo que diga, será la sombra de AMLO con disfraz de candidata, así de sencillo. Claudia es la candidata del régimen.
@monicamarena