Por ahora, una elección de dos
Por Javier Solórzano Zinser
A partir de esta semana las dos principales contendientes a la Presidencia podrán empezar a soltar abiertamente las manos.
No hay indicios, por ahora, de quién más pudiera aspirar a la Presidencia, pero no se descarta que al final aparezcan personajes entre el oportunismo, la convicción de que puedan ganar o hacer ruido y distraer. Sin embargo, por ahora es más que claro que la aspirante más fuerte está en Morena.
Lo más importante para quien todo parece será la destapada candidata de Morena será desarrollar una estrategia con dosis de operación cicatriz. El Presidente seguramente también se encargará de ello, pero si en algo tiene que pensar la candidata es en buscar la manera de cohesionar, porque se vislumbra que muchas cosas inesperadas pueden presentarse.
Para poder conservar el poder no va a bastar con la imagen y herencia de López Obrador, la cual en algunas áreas podría ser cuestionada. La unidad de Morena es el punto de partida para ganar la elección tomando en cuenta que el Presidente podrá ser un factor de decisión, pero no será ni puede ser un factor de gobernabilidad; si no van juntos van a pagar su osadía y su soberbia.
La irrupción de Xóchitl Gálvez cambió el panorama por más que intenten el Presidente y sus seguidores menospreciarla. En la medida en que sigan por esta vía en cualquier momento las cosas se pueden revertir, porque el Presidente, por más que tenga una altísima popularidad, está siendo mal evaluado en áreas estratégicas para el desarrollo del país, particularmente en salud y seguridad.
En el caso del sector salud las y los legisladores de la alianza oficial tendrían que aprobar un significativo aumento en el presupuesto. Si no lo han hecho hasta ahora es porque no se han puesto de acuerdo con el gobierno y entre ellos, porque la oposición ha dicho que apoya incluso hasta un 12% de incremento.
En el tema de seguridad la terca realidad nos dice que no se ha avanzado como se prometió. Estamos como estancados y el problema lo tenemos no sólo con la delincuencia organizada, sino también con la alta tasa de delitos del orden común. El regodeo de diversos noticiarios de televisión con el tema es la manifestación del estado de las cosas.
Habrá que ver qué pasa con la economía que se ha ido estabilizando por diversas razones. Algunas de ellas pasan por factores externos. No necesariamente se presagia un futuro alentador para los próximos dos años en donde se presume que Morena seguirá en el poder. Los pronósticos de crecimiento pueden colocarnos en una coyuntura delicada, no olvidemos el brutal decrecimiento que se dio con la pandemia.
Otra área en la mira es la educativa. En un año se podrán empezar a evaluar a los estudiantes con los nuevos libros de texto. El proceso se echó a andar cuestionado, a la fecha hay muchas dudas que habrá que ver cómo se resuelven.
A pesar de todo, los libros y el año escolar ya están echados a andar. Ahora veremos qué magias, en función de su capacidad, hacen las y los maestros para poder desarrollar el proceso enseñanza-aprendizaje con los libros.
La candidata de Morena deberá contemplar lo que se le viene. No tiene sentido hacer cuentas alegres cuando las cosas son complicadas y la inseguridad impide el desarrollo en un buen número de comunidades. Hace pocos días Felipe González, expresidente de España, decía que “la seguridad es la libertad”.
El escenario ya tiene a dos muy interesantes contendientes. Una tiene el apoyo oficial y la otra camina buscando ofrecer esperanza, su problema no es ella. Ya veremos cómo se desmarca.
Del otro lado, con candidata, la incógnita tiene nombre y apellido: Marcelo Ebrard.
RESQUICIOS.
La declaración de Luis Donaldo Colosio le metió más ruido a MC. A algunos no les gustó, porque pareciera que se pone del lado de la oposición al señalar que no la quiere dividir. MC no se ha metido en la rebatinga de los candidatos “respetando” la ley evitando el conflicto; tarde que temprano tendrán que decidir.